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El 48'5 por ciento de los alumnos que han abandonado el sistema educativo obligatorio en Balears no cuentan con las competencias matemáticas mínimas y el 50 por ciento sale de la escuela sin tener un nivel de comprensión lingüística que les permita localizar información directa. De este modo, se pone de manifiesto que una proporción considerable de la población escolarizada sale de la escuela siendo un analfabeto funcional.

Esta es una de las principales conclusiones que se extraen del anuario de la educación de les Illes Balears 2007, fruto de la colaboración entre la UIB y la Fundación Guillem Cifre de Colonya, que se presentó ayer por la tarde en la Cámara de Comercio de Mallorca.

Precisamente para evitar datos como los anteriores, el catedrático de Teoria i Història de l'Educació i vicerrector primero de Planificació i Coordinació Universitària, Martí March, que ha dirigido este anuario, manifestó la necesidad de alcanzar un pacto por la Educación en Balears. «Es necesario encontrar un mínimo común denominador» porque sino es muy difícil establecer la continuidad del sistema.

March destacó que los ejes básicos de este «pacto de mínimos» deben ser el incremento presupuestario, las normativas pactadas y un acuerdo entre la escuela pública y concertada. En concreto, especificó que el presupuesto destinado a Educación debe ser el seis por ciento del PIB, aunque puntualizó que es consciente de que se trata de algo complejo y que se tiene que realizar en varios años.

En lo que se refiere a las normativas explicó que únicamente las leyes no pueden cambiar la realidad del sistema educativo, ya que se trata de algo más amplio. Además, señaló que la Eduación debe estar por encima de los cambios de gobierno.

En cuanto a la escuela pública y concertada manifestó que se deben definir los deberes y derechos de cada una de ellas.
La inmigración es otra de las variables que dificultan la estabilidad del sistema educativo balear. En este sentido, March destacó el incremento que ha sufrido la población del Archipiélago en los últimos años y el hecho de que el 30 por ciento de los alumnos sean inmigrantes.

El modelo económico de las Islas es uno de los principales responsables de la llegada de inmigrantes y en parte también lo es del abandono escolar, ya que los jóvenes pueden trabajar a edades tempranas y sin necesidad de contar con ninguna formación. Esto está provocando que las Islas pierdan competitividad.

En lo que se refiere a la estructura de la cuarta edición de este anuario, March explicó que se encuentra dividido en cinco coordinadas.
La primera de ellas es la introducción en la que se analiza por qué no son posibles los pactos educativos. La segunda versa sobre el sistema escolar. De esta parte se deduce que en las Islas hay tres realidades educativas: Menorca es la que cuenta con mayor estabilidad y calidad.

En la tercera coordenada, se realizan un análisis sobre los alumnos inmigrantes no acompañados. La cuarta trata sobre la investigación y el conocimiento. Por último, la quinta coordinada recoge estadísticas e indicadores necesarios para analizar la realidad.