Imagen del cartel colgado en el local ya cerrado de los centros Ideal, en Porto Pi. | R.D.

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«Seguian vendiendo tratamientos el mismo día que cerraron». Esta de una de las numerosas denuncias que han ido reuniendo y trasladando las víctimas por el cierre del último centro de estética vinculado a Ideal en Mallorca, ubicado en el centro comercial Porto Pi, y que fue derivado posteriormente a Centros Blumed, que ha desaparecido de las redes e Internet tras bajar la persiana a sus establecimientos en Palma, Málaga y Las Palmas de Gran Canaria.

A través de Consubal, los afectados, que rondan ya el medio centenar localizados y organizados mediante un grupo de WhatsApp, pretenden realizar una reclamación colectiva para pedir la devolución del dinero ya abonado o el cumplimiento de lo comprometido. Por el momento, un cartel en el local cerrado en Palma al final del pasado mes de abril llama a unirse a una denuncia y reclamación grupal contra la franquicia.

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Muchos de estos afectados se enteraron del cierre del centro al acudir a las citas que tenían programadas, o bien a través de las informaciones publicadas por Última Hora. «Sabiendo que iban a cerrar, seguían confirmando citas por WhatsApp. No es ético ni es serio», refiere uno de los afectados, quien relata que «el último día que estuvo abierto, siguieron vendiendo paquetes rebajados de precio, pero además de una forma muy llamativa». A ese colectivo se suman diariamente más personas «que acuden a sus citas y se encuentran cerrado el establecimiento», prosiguen.

Consubal recuerda que los afectados tienen derecho al reembolso del importe de los tratamientos que hayan pagado y no vayan a recibir, de la misma manera que a exigir la cancelación de las posibles financiaciones vinculadas a la paralización de los tratamientos. En caso de haberse abonado mediante una financiación bancaria vinculada al contrato firmado con el centro de estética, debe presentarse una reclamación a la entidad bancaria con la que hayan suscrito el préstamo, informándoles del cese de actividad y exigiéndoles el fin del cobro de los recibos.