El 'Santa Maria Manuela', contrastando con el megacrucero ‘Mein Schiff’. | Gabriel Alomar

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El buque escuela de vela Santa Maria Manuela, vestigio vivo de la legendaria ‘flota blanca portuguesa’ visita Palma después de recalar en Menorca y tras una larga ausencia de veleros de este tipo en Mallorca, donde antaño era más habituales.

Construido en 1937 en Lisboa para la pesca del bacalao en los bancos de Terranova y Groenlandia, fue destinado a esta actividad hasta la década de los años 80. Dado de baja y en parte desmantelado, a partir de su clásico casco preservado por su valor histórico, fue objeto de una cuidadosa restauración a lo largo de tres años (2007-2010), para ser destinado a la enseñanza náutica, los viajes a vela y de expedición.

La clásica goleta de época portuguesa, entrando en Palma. Foto: Gabriel Alomar

Pasaje

Equipado para alojar a unos 40 pasajeros, destaca por su aparejo de goleta de cuatro mástiles, con 1.300 toneladas de registro y 67,4 metros de eslora máxima. En la actualidad pertenece al grupo Jerónimo Martins y es gemelo del Creoula, de la Marina portuguesa. Al igual que el Belem, llegado el viernes tras visitar la bahía de Pollensa, empezó su actividad en duras jornadas de labor en la mar. Aquel como carguero entre el Río de la Plata, Brasil y las Antillas y éste como pesquero en las costas de Canadá. Ambos han participado en sucesivos eventos náutico-deportivos: el Belem portando este año la llama olímpica de Grecia a Francia, para París 2024 y el Santa Maria Manuela en la Tall Ship Race.