En el vídeo en el que la princesa británica, Kate Middelton, revela que tiene cáncer, se queda uno mirando sus manos hipnotizado. No tiene que ver el movimiento de las manos con el resto del cuerpo. Es evidente que es una grabación pensada hasta lo mínimo. Da una noticia grave, de forma involuntaria tras semanas de especulaciones y rumores desatados, noticias falsas y teorías de la conspiración en las redes sociales. Lo hace con aplomo y seguridad. Sin embargo, parece que se le escapa un punto de rabia a través de las manos, no las saca apenas de regazo y tienen como un gesto de crispación. Es ahí donde se puede ver el choque entre los cambios y el mundo en 2024 y una institución de otro siglo. Son siempre interesantes esas colisiones entre lo acelerado actual y lo antiguo. Muestran bien las direcciones porque lo viejo no deja de ser un testigo, una muesca de dónde estábamos y enseña el punto de llegada.
Las manos de la princesa
Palma25/03/24 0:30
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2 comentarios
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Les monarquies són uns anacronismes que hem d'anar deixant. Que tornin lo que no és seu i a viure
Que sus manos muestren rabia es la mínima lógica reacción al acoso al que la han sometido las jaurías de informadores, sin pararse a pensar ni por un momento que, aunque princesa, es un simple ser humano en sufrimiento.