Archivo - Una profesional trabaja en el Laboratorio del Programa de Salud Pública de Cribado Neonatal, ubicado en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón | Europa Press - EUROPA PRESS - Archivo

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El Laboratorio de Cribado Neonatal de la Dirección General de Salud Pública, ubicado en las instalaciones del Hospital Gregorio Marañón, ha detectado el primer caso de atrofia muscular espinal (AME) tipo 1 en un recién nacido en la Comunidad, que ha recibido un tratamiento de terapia avanzada el Hospital de La Paz que, con un coste de un millón de euros, sufraga la sanidad pública madrileña.

La atrofia muscular espinal es una enfermedad neurodegenerativa poco frecuente que afecta a uno de cada 10.000 recién nacidos, causada por una falta de proteína debido a genes defectuosos, y en este caso ha sido posible su detección temprana en fase asintomática mediante la 'prueba del talón' que se realiza a los bebés.

La Unidad de Terapias Avanzadas de La Paz ha administrado al bebé el medicamento de última generación antes de cumplir un mes de vida, tras el estudio genético que garantiza que puede someterse a este procedimiento, y cuya efectividad es significativamente superior cuando se inicia en la fase presintomática.

Los pacientes con AME tienen un defecto en un gen conocido como SMN1, necesario para producir una proteína esencial para el funcionamiento normal de los nervios que controlan los movimientos musculares. El principio activo de Zolgensma (onasemnogene abeparvovec), el fármaco administrado, contiene una copia funcional de este gen que al inyectarse pasa a los nervios y proporciona el gen correcto que permite producir suficiente proteína y restaurar la función nerviosa.

La AME tipo 1 es una de las manifestaciones más severas (junto con la AME tipo 0, donde los afectados fallecen en pocas semanas), y se manifiesta durante los primeros seis meses de vida. Los niños presentan debilidad muscular, falta de reflejos e hipotonía o bajo tono muscular generalizado.

El debilitamiento es de tal envergadura que, en muchos casos, los menores afectados no llegan a sostener la cabeza y nunca consiguen sentarse. Sin soporte ventilatorio y nutricional suelen fallecer antes de cumplir dos años en más del 80% de los casos, la mayoría como consecuencia de complicaciones respiratorias.

La AME es la primera enfermedad adscrita al citado programa de cribado que cuenta con un tratamiento de terapia avanzada. Desde el pasado mes de septiembre, se han realizado análisis a más de 22.000 recién nacidos en la región para su detección.

Todo ello en el marco de un proyecto piloto de la Consejería de Sanidad, previo a su inclusión como una de las patologías del Programa de Cribado Neonatal, que actualmente incluye la detección de 21. Próximamente se ampliará con la detección de la AME y la Inmunodeficiencia combinada grave (IDCG), la conocida como enfermedad de los niños burbuja.

Detección mediante la prueba del talón

El programa de cribado es un proceso que debe realizarse contrarreloj para garantizar que los recién nacidos que padecen alguna de las enfermedades estudiadas cuenten con un tratamiento a la mayor brevedad posible, generalmente en los primeros 15 días de vida, y evitar así que aparezcan los síntomas clínicos de estas patologías que conllevan graves daños y discapacidad.

Se inicia con la toma de la muestra de sangre de talón entre el segundo y tercer día de vida a los más de 50.000 bebés que cada año nacen en las maternidades de la región. Las muestras se transportan al Laboratorio de Cribado Neonatal del Hospital Gregorio Marañón, donde se analizan y se obtienen los resultados.

Los casos positivos se envían de forma urgente a una de las 9 Unidades Clínicas de Referencia, donde se realiza el diagnóstico de confirmación, el tratamiento y seguimiento de cada caso. Tres de ellas cuentan con la designación como Centro Sanitario de Referencia (CSUR) del Sistema Nacional de Salud, las de los hospitales públicos Gregorio Marañón, 12 de Octubre y Ramón y Cajal.

El programa de cribado neonatal nace en la Comunidad de Madrid en 1973, en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, con la detección precoz de fenilcetonuria. En 1978 se incorpora el estudio del hipotiroidismo congénito, siendo este el primer programa de detección precoz de hipotiroidismo congénito en España. Posteriormente, en 1985, el programa se centraliza en el entonces Hospital Provincial de Madrid, actual Hospital General Universitario Gregorio Marañón, y se crea el Laboratorio de Cribado Neonatal de la Comunidad de Madrid.