El doctor Peral en los exteriores de Son Espases. | M. À. Cañellas -

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La de este jueves es la primera vez en que una jornada balear de Cardiología se abre al ámbito multidisciplinario y busca la divulgación en todos los aspectos de la especialidad, «el intervencionista, la clínica, la imagen…», explica el jefe de servicio, Vicente Peral. «El objetivo es darle a conocer cosas que están a un gran nivel y no se sabe», añade el responsable de una unidad galardonada en los premios ‘Top 20’ de IQVIA.

¿Y cómo puede percibir las mejoras en este campo la población general? Pues por ejemplo porque «cada vez hay nuevas indicaciones para que algo que se hacía con cirugía, ahora sea percutáneo», asegura.

En esta I Jornada de Cardiología Multidisciplinaria, que irá de la clínica al intervencionismo pasando por la imagen, se transmitirán en directo, en el salón de actos de Son Espases, diferentes intervenciones que podrán irse analizando y discutiendo. «Es lo más novedoso», advierte el doctor Peral.

El primer caso se trata de un paciente con una arteria semiobstruida, «analizaremos con diferentes técnicas, las imágenes dentro de la arteria que nos permitirán evaluar el mejor tratamiento»; pero también habrá un paciente «con un agujero entre un lado del corazón y el otro». Un caso que, si bien «antes se operaba por su alta mortalidad o requería de un trasplante, ahora puede tratarse con una técnica de cierre a través del catéter», explica el especialista. «Si la válvula cierra mal la reparamos, ya no siempre se cambia por prótesis, de hecho cuando se puede, los resultados son mejores», añade.

El doctor Peral recuerda que su unidad trabaja codo con codo con la de cirugía cardíaca, «nos complementamos». Por suerte o por desgracia, añade, «cada vez se van abarcando más técnicas con las que no es necesario abrir el tórax, que se pueden tratar a través de las arterias».
Un ejemplo seria cuando hay una válvula aórtica muy estrecha, algo que sucede a menudo entre una población cada vez más añosa. «Hasta hace años se reparaba con una cirugía, o no se hacía nada porque eran mayores pluripatológicos, y ahora les ponemos una válvula a través de un catéter», explica.

Otro caso es el de pacientes con un trombo en corazón a causa de una arritmia, «el tratamiento es con pastillas pero algunos no pueden tomarlas porque les provoca hemorragias, así que les tapamos el apéndice auricular con un dispositivo», ejemplifica.

Los avances han permitido que cada vez haya menos operaciones a corazón abierto. «Cada año hacemos 3.500 procedimiento de intervencionismo de los que 2.000 son terapéuticos, es decir, antes se operaban y ahora no». El doctor Peral pone cifras, han pasado, por ejemplo, a poner 16 válvulas aórticas a 120.

¿Y cuándo tiene un paciente que acudir al especialista? Cuando haya manifestaciones clínicas como dolor, fatiga, falta de aire... Es una manera de ponerse en alerta, sobre todo, con otras enfermedades o factores de riesgo.