Bartomeu Barceló, fue fiscal superior de Balears hasta el año pasado. | Jaume Morey

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El Consejo de Ministros ha concedido la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort al exfiscal Superior de Balears, Bartomeu Barceló. Se trata de la máxima condecoración que reconoce la trayectoria de profesionales del derecho y formalmente la otorga el ministro de Justicia tras deliberación del consejo y con informes previos de la Fiscalía y el Poder Judicial, entre otros organismos que tienen que respaldar los méritos del aspirante a la Cruz.

El Boletín Oficial del Estado publicó el miércoles la concesión del galardón después de que fuera ratificada por el Consejo de Ministros de esta semana. Con ella, Barceló se convierte en el tercer mallorquín en recibir esta distinción tras Margarita Retuerto, antigua defensora del pueblo, ya fallecida y el magistrado ya jubilado y abogado Antoni Monserrat. Ambos la recibieron después de haber cumplido sus mandatos como vocales del Consejo General del Poder Judicial. La ibicenca María Luisa Cava de Llano, antigua defensora del pueblo también recibió la misma condecoración.

El acuerdo valora los méritos del galardonado después de ocupar durante cuatro mandatos la jefatura del Ministerio Público en las Islas, una trayectoria única en Balears y casi irrepetida en otras comunidades. Barceló mostró ayer su satisfacción por el reconocimiento, en el máximo nivel de la orden de San Raimundo de Peñafort, una distinción que solo pueden ostentar un máximo de 200 personas a la vez. «Es un gran reconocimiento, muy bonito». Por el momento no está claro si se llevará a cabo o no un acto formal de la imposición de la condecoración, que en parte dependerá del Ministerio.

El antiguo fiscal jefe ya había recibido en el año 2005, de manos del entonces fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, la Cruz de Honor de la orden, el escaló justo inferior a la que ahora ha recibido.

Barceló, nacido en Petra en 1960, es fiscal desde 1985. Pasó por la Fiscalía Antidroga y fue miembro de la Red de Cooperación Judicial Internacional durante cinco años. Se convirtió en fiscal jefe de Balears en el año 2002, cuando relevó a Antonio Vicente Tutor. Fue el primer mallorquín que accedía al cargo y lo revalidó durante cuatro mandatos, lo que le convirtió en decano de los fiscales al frente de la institución en una autonomía. Pasó de ser el más joven al más veterano en un puesto similar y su mandato coincidió con ocho fiscales generales de diferente adscripción que renovaron su confianza en él. Su relevo se produjo el año pasado tras la designación del actual jefe, Julio Cano y desde entonces actúa como un fiscal de base más con juicios en la Audiencia Provincial o los juzgados de lo Penal.