Cánticos contra la dirección deportiva en un desenlace caliente en el Estadi Balear

Imagen del máximo accionista del Atlético Baleares, Ingo Volckmann, junto al director deportivo de la entidad, Patrick Messow, protestando una jugada durante el partido que ha enfrentado a su equipo y al Calahorra este sábado en el Estadi Balear. | Miquel Àngel Borràs

Tolo JaumePalma20/05/23 23:18
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El desenlace del partido entre el Atlético Baleares y el Calahorra ha deparado minutos de tensión tras el pitido final. Un sector de la grada ha cargado contra la gestión deportiva de la entidad blanquiazul, que ha dado otro paso hacia el descenso a Segunda Federación tras empatar sin goles ante el descendido Calahorra, aunque llegará a la última jornada dependiendo de sí mismo para lograr la permanencia. Los balearicos tendrán que ganar en el último partido de la temporada en el campo de un Logroñés que tiene opciones de sacar el billete para la Copa del Rey para alejarse del peligro, pero han cerrado el curso como locales con un mal sabor de boca y la afición entre el hastío y el enfado.

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Tras el pitido final del Lax Franco, un nutrido grupo de seguidores balearicos situados en el Fondo Norte del Estadi Balear han entonado en varios ocasiones cánticos contra el director deportivo del Atlético Baleares, Patrick Messow, que presenciaba el encuentro en la nueva grada de sol junto al máximo accionista de la SAD blanquiazul, Ingo Volckmann, y el secretario técnico, Jordi Roger. El «Patrick vete ya» y «Messow vete ya» han puesto la banda sonora a los instantes en los que todos los asientos empezaban a vaciarse con la frustración de haber dejado escapar una ocasión de oro para conseguir algo de alivio.

Los aficionados del Fondo Norte también lamentaban a su salida que apenas Miguelete diera la cara y la seguridad privada ha llegado a tomar posiciones sobre el terreno de juego cuando varios seguidores se han aproximado a una de las esquinas más próximas a la grada en la que se encontraban los dirigentes del Atlético Baleares para recriminarles la gestión realizada una temporada que empezaba con el objetivo de pelear por el ascenso y se aproxima a su desenlace con los blanquiazules sobre el alambre. Más allá de algunos gritos, la protesta se ha disuelto sin que fuera a mayores.