Imagen del máximo accionista del Atlético Baleares, Ingo Volckmann, durante la presentación de las categorías inferiores del club en Son Malferit. | Pere Bota

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El mal arranque del Atlético Baleares ha propiciado que su máximo accionista, Ingo Volckmann, se confiese «muy tocado», aunque también confía en que el relevo en el banquillo contribuya a alterar la dinámica. El dirigente balearico lanzó ayer un mensaje de unidad a través de los canales del club y advirtió que planea «cambios» en la estructura deportiva comandada por Patrick Messow y Jordi Roger si esta temporada no se cumple un objetivo que ha situado en la «media tabla». El empresario alemán defiende su gestión y la de la dirección deportiva a lo largo de una década en la que ha remarcado que ha gastado «más de 20 millones de euros».

«Es la primera vez en diez años que estoy tan tocado. Nunca habíamos empezado tan mal. Dije que tendríamos un presupuesto más bajo y que este año no íbamos a luchar por el ascenso y a disfrutar, pero de momento no estamos disfrutando nada. Soy el primero que está enfadado y disgustado y vamos a luchar para mejorar», comentó Ingo Volckmann sobre la situación actual que desembocó en el cese de Tato, con el que aseguró que ha terminado «bien».

El responsable de la SAD blanquiazul pone en perspectiva su mandato que recuerda que empezó en un escenario muy complicado. «Cuando llegué no había ni campo, ni equipo y el club estaba en quiebra y cada año estamos mejorando. Llevamos diez años en la tercera categoría, ahora en una Primera RFEF mucho más difícil, y jugando contra clubes con 20.000 o 10.000 aficionados. Nosotros tenemos 2.000 abonados, somos un club pequeño», valoró al mismo tiempo que aseguró estar «muy contento» con Patrick Messow recordando que durante su etapa, además de tener un club «con todo en orden», 17 equipos de fútbol base y un femenino que casi asciende, el ATB ha ganado la Copa Federación, dos títulos de liga, ha jugado playoffs y nunca había llegado tan lejos en la Copa del Rey.

Eso sí, Ingo Volckmann, que ha justificado el descenso en el presupuesto ante las pérdidas de sus empresas y la necesidad de pensar en su familia por encima de su pasión por el club, ha asegurado que hará «cambios» en la estructura deportiva formada por Messow y Roger si no se alcanzan los objetivos marcados.