Son Moix como punto de partida

«Estamos atravesando un momento desafiante, pero este es el momento en el que un equipo debe demostrar su verdadera fortaleza», ha explicado en los últimos días Olivenza, consciente de que los últimos resultados pueden haber dañado la autoestima del grupo. «Confiamos en nuestras habilidades y en la mentalidad del equipo».

A esa hilera interrumpida de buenos resultados el Palmer tiene que sumar los problemas físicos de jugadores de peso, como Bobby Harris y Ryan Nicholas. El base con padece molestias en los isquiotibiales de la pierna izquierda y el cuatro, una lesión en el cuádriceps debido a una contusión. «La ausencia de ambos es un obstáculo, pero nuestros jugadores están listos para dar un paso adelante y asumir la responsabilidad», señala Olivenza, que se niega a que esos problemas se utilicen a modo de coartada.

Peleado con el triunfo desde hace veinte días, cuando tomó la pista del Sant Antoni, el Fibwi confía ahora en que el factor cancha vuelva a ser decisivo. De lo contrario, la bola de nieve crecería y se llevaría parte de lo conseguido en esta primera parte del camino.

Enfrente el equipo mallorquín tendrá a un Tarragona que llega apurado a la cita después de abrochar con derrotas las seis jornadas anteriores y salvo en una de ellas, siempre han perdido por más de diez puntos de diferencia. Los de Noé Monroy son el único equipo de la LEB Plata Este que todavía no ha ganado y necesitan activarse cuanto antes si no quieren que se echen el tiempo y la clasificación se les terminen de echar encima.