Joan Vich trata de interceptar una acción ofensiva de Rubén Carreras; tras ellos Nacho sigue la jugada.

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Las última jornada de 2013 en el Municipal de Magaluf promete emociones fuertes para la afición del Atlètic Balears porque su equipo puede cerrar el año con 41 puntos en caso de ganar al Ontinyent, penúltimo clasificado en el grupo tercero de Segunda División B.

El objetivo inicial del ATB nada más arrancar la temporada era la permanencia, un reto que puede concretarse mucho antes de lo previsto y a partir de ahí todo lo que puede llegar será un premio añadido para los futbolistas que dirige Nico López.

Durante la segunda vuelta los jugadores y el entrenador tratarán de seguir arriba, conscientes de que es muy difícil mantener el nivel exhibido durante la primera vuelta. En estos 18 partidos disputados por ahora el conjunto blanquiazul ha ganado 11 encuentros, empatado 5 y y perdido 2. Ha conseguido sacar máxima rentabilidad a los 26 goles que ha marcado y ha amarrado bien en la zaga encajando solo 17. El equilibrio es el DNI del conjunto de Nico, que en caso de ganar el próximo domingo igualaría los 41 puntos que consiguió el equipo de hace dos temporadas cuando el conjunto dirigido por Gustavo Siviero se hizo finalmente con el título de Liga en el Grupo Tercero.

Pero resta un mundo por delante, la plantilla tiene el hándicap de entrenar en un campo muy duro y propenso a producir lesiones y ahí también radica un factor clave para conocer hasta dónde puede llegar la plantilla del ATB durante la segunda vuelta de la temporada.

Los futbolistas están ofreciendo un gran rendimiento tanto los que son titulares habituales como los que van entrando y saliendo dependiendo de las circunstancias. Por ejemplo, estas últimas jornadas el guardameta titular era Víctor Ross, que se esforzó al máximo jugando con la rodilla tocada y firmando extraordinarias actuaciones, a excepción del 'accidente' ante el Hospitalet.

El domingo pasado, en el derbi disputado frente al Constància, Nico López se decantó por Xavi Ginard, que tras siete partidos sin jugar volvió a firmar una gran actuación y una intervención suya fue determinante en la primera parte para que el Atlètic no encajar un gol a tiro de Rubén Carreras.

El entrenador tiene al grupo unido, de momento las lesiones han ido superándose, no ha habido ninguna de muy grave y esto ha permitido mantener el equilibrio. Nico López y lo suyos quieren irse de vacaciones con los deberes hechos y 41 puntos en su casillero.