El expresidente de la federación de fútbol. | Reuters - DENIS BALIBOUSE

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El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha admitido a trámite la querella de la Fiscalía contra el ya expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales por los delitos de agresión sexual y coacciones con relación al beso que dio a la jugadora Jenni Hermoso tras la final del Mundial en Sídney. El magistrado ha dictado un auto este lunes en el que incoa diligencias previas y da traslado de la querella a Rubiales para que tenga «pleno conocimiento de los hechos imputados» y pueda ejercer su derecho de defensa.

Además de admitir a trámite la querella, De Jorge ya ha acordado las primeras diligencias para investigar los hechos, que tuvieron lugar en la entrega de trofeos del Mundial de fútbol femenino que ganó la selección española en Sídney el pasado 20 de agosto. En concreto, el juez ha ordenado recabar de RTVE los vídeos que recojan el momento «desde todos los ángulos en el que el querellado besa a la denunciante», y también los minutos inmediatamente anteriores y posteriores al hecho relativos a la celebración del triunfo de la selección.

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También requiere al diario El País el vídeo de la celebración en el vestuario que tiene colgado en internet y al diario AS el de los momentos del beso y cualesquiera otros relacionados con los hechos. Por su parte, al diario La Vanguardia el instructor solicita el vídeo de la celebración en el autobús de la selección española de fútbol femenino.

Según afirma el magistrado en su auto, «procede» la admisión a trámite de la querella que la Fiscalía presentó el pasado viernes «para la averiguación de los hechos denunciados» y dado que la Audiencia Nacional es el órgano competente para investigar los delitos presuntamente cometidos fuera del país por españoles.

La Fiscalía se querelló contra Rubiales después de que Jennifer Hermoso formalizase su denuncia contra él en una comparecencia en la que ratificó que el beso no fue consentido y relató que tanto ella como su entorno sufrieron presiones para que lo justificase públicamente. El ministerio público cree que los hechos podrían constituir un delito de agresión sexual y otro de coacciones. Rubiales presentó el domingo por la noche su dimisión a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tras más de cinco años al frente de la institución y veintiún días después de aquel episodio, que provocó un revuelo mundial que llevo a la FIFA a inhabilitarlo cautelarmente durante noventa días.