Imagen de las heridas causadas a una de las jugadoras.

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Un nuevo incidente ha salpicado de nuevo al fútbol balear este pasado fin de semana. Unos hechos de tal magnitud que el colegiado del encuentro lo dio por suspendido antes de finalizar y que acabó con algunas de las protagonistas en urgencias. Y es que el choque de la Liga Femenina Autonómica entre el Baleares sin Fronteras y el Deportivo Marratxí A, disputado el pasado domingo en el palmesano campo de Son Fuster 2, acabó en trifulca.

Así lo refleja el acta del mismo, en el que el colegiado dio por finalizado el choque (iba 1-0 a favor de las locales) «tras producirse una trifulca en la que saltaron tanto aficionados, cuerpo técnico, jugadoras sustitutas», por lo que, como refleja el documento redactado por el árbitro del envite «el equipo visitante se retiró del terreno de juego dando a entender que no querían seguir jugando el partido, por lo que decidí darlo por finalizado», apostilla.

Una de las jugadoras agredidas durante el partido.

Todo ello, según testigos presenciales, por unos incidentes que vienen arrastrados por el partido de la primera vuelta entre ambos conjuntos, elevando la tensión de un encuentro que en el que se registraron hasta cinco expulsiones por diferentes motivos, que pasan por agresiones e insultos al propio árbitro. De hecho, el colegiado refiere dos de ellas por pegar sendos puñetazos a jugadoras rivales y el resto por emplearse con violencia verbal hacia el árbitro con expresiones tales como «eres un hijo de puta», «maricón, hijo de puta», «te voy a denunciar hijo de puta», o acceder al terreno de juego para dirigirse al árbitro en esos términos.

Esa tensión sobre el césped hizo que algunas de las protagonistas tuvieran que pasar por urgencias para ser atendidas, una de ellas incluso de fuertes golpes en el cuello y algunas en su rostro tras los incidentes que, de nuevo, han llegado hasta el fútbol femenino balear, que no se libra de una lacra que, pese a encontrarnos a estas alturas de la temporada, no cesa.

La Policía Nacional tuvo incluso que acudir a esas instalaciones ante la llamada del Baleares sin Fronteras y frente al acoso por part de la afición visitante contra jugadoras y espectadoras del cuadro local, intentando poner orden ante esa situación de caos. De hecho, el equipo anfitrión y sus seguidores tuvieron que esperar a la fuerza pública para abandonar el recinto.

Ahora, la Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB), a través de su Comité de Competición, deberá recabar información al respecto, apoyándose en el acta arbitral, para sancionar a las protagonistas de unos hechos que se han querido prevenir y erradicar desde la territorial y las diferentes instituiciones deportivas implicadas, pero que siguen siendo actualidad casi cada fin de semana.