Lisabel y Lorenzo Fluxá, durante el Rally Clásico Isla de Mallorca. | LJS Team

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El Rally Clásico Isla de Mallorca 2023 ha marcado el punto de partida del proyecto de Lorenzo Fluxá pensando en el Dakar 2025. Tras acabar su participación en la edición de este año, dentro de la modalidad de Clásicos y junto a Sergi Giralt, el piloto mallorquín se ha propuesto mantenerse dentro de la prueba, pero dar un paso al frente y encarar un desafío deportivo y personal plagado de emoción.

Y es que en la prueba con epicentro del Puerto Portals, y a los mandos de su BMW M3, Lorenzo Fluxá contó con una copiloto de excepción. La misma con la que quiere participar en el Dakar de 2005 formando un equipo singular. Su hija mayor, Lisabel, volvió a sentarse junto a su progenitor, aunque ya con un objetivo en mente, después de probar el pasado ejercicio en el calendario balear.

Lorenzo y Lisabel Fluxá, tomando la salida en uno de los tramos.

Lorenzo y Lisabel Fluxá iniciaron el proceso de compenetración, trabajando especialmente el sistema de navegación. El resultado (17º en su clase) fue lo de menos para padre de hija, que en unos días encararán el arranque del Campeonato de España de Rallyes Todo Terreno (CERTT), tomando parte en el Rallye Jaén Mar de Olivos, un buen test para el equipo formado por padre e hija.

Lisabel aspira a seguir los pasos de Sonia Ledesma, la primera mujer balear en competir en el Dakar, formando junto a Lorenzo Fluxá la representación mallorquina en la prueba de 2023. Y también los de sus hermanos, Luna y Lucas, consumados pilotos de karting con títulos nacionales y continentales en sus hojas de servicios. Además, Luna forma parte del equipo júnior que ha creado la estructura del Mercedes AMG Petronas de la Fórmula Uno. Lisabel no se queda atrás y ahora quiere llegar, en 2025, a tomar la salida en el Dakar.