Verstappen hizo los deberes de cara a la carrera, pero tendrá la opción de ser campeón del mundo por tercer año seguido este sábado en el sprint. El de Red Bull fue como siempre de menos a más hasta dar el golpe (1:23.778) en la Q3, primero por delante de Lando Norris (McLaren) y George Russell (Mercedes).
Alonso peleó pero pronto se vio que no podría ni con ellos ni con los otros dos coches naranja y plateado de Oscar Piastri y Lewis Hamilton. El doble campeón del mundo fue sexto pero los límites de pista gastaron una mala pasada tanto a Norris como Piastri, perdiendo ambos su posición en favor del español, cuarto.
La falta de agarre, que causó muchas de esas salidas, condicionó una sesión en la que sufrieron también los Ferrari. En especial, Carlos Sainz no pudo pasar de la Q3 por 31 milésimas, aunque forzando con todo y una «conducción errática» como llegó a investigar la FIA. El madrileño saldrá duodécimo.
Quien no falla es Verstappen, que se asegura el comodín del domingo aunque este sábado le vale con un sexto puesto para ser de nuevo campeón. El de Red Bull vio también a su compañero Sergio Pérez quedarse fuera de la Q3. La parrilla tuvo a McLaren como animador, pero sendos errores en la última vuelta les estropeó la partida, con Norris finalmente décimo y Piastri sexto.
Por su parte, Mercedes, que no había asomado en los libres, se apuntó la primera guerra con Ferrari por el segundo puesto en el Mundial de Constructores. Russell y Hamilton saldrán segundo y tercero el domingo, mientras que Charles Leclerc partirá quinto.
Alonso, de nuevo exprimiendo el Aston Martin en busca de un podio que logró con Alpine en Catar hace dos años, logró acercarse a los mejores y, con esas dos sanciones cuando los McLaren estaban ya en la zona de entrevistas, el asturiano ganó metros hasta el cuarto puesto. Muchos más tendrá que pelear Sainz, de nuevo en la incertidumbre de un monoplaza que no sabe cómo responderá.
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