Marc Blanch se dispone a lanzar a canasta.

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León no es precisamente una plaza asequible, pero el Bàsquet Mallorca quiere romper esta noche (21.00 horas) su racha de dos derrotas consecutivas en el primero de los dos desplazamientos de alto voltaje que encara en una semana que culminará con su viaje a la pista del líder Melilla.

El equipo de Xavi Sastre quiere crecerse ante uno de los grandes de la liga y dar un nuevo paso al frente en la tabla. La escuadra naranja dispone de todos sus efectivos a excepción de la baja ya conocida de Daniel Northern y tratará de recuperar las buenas prestaciones de su juego exterior para dar una de las campanadas de la jornada.

El ritmo trepidante que imprimen los mallorquines a su juego será decisivo para intentar sorprender al León, que cuenta con el juego interior como principal argumento junto a un estilo marcado por la pausa y los ataques estáticos de cinco contra cinco.

El pulso en la pintura necesitará del mayor esfuerzo posible de los jugadores del Bàsquet Mallorca, que necesita que José Amador logre una mayor regularidad en los minutos que estén en la pista y que Andre Howard se consolide como una alternativa.

«Tienen jugadores que marcan diferencias y un juego interior difícil de parar», analizó ayer Xavi Sastre, que consdiera que los suyos tienen «mucho que ganar y poco que perder» en León. Además, también añadió que «más que nunca nuestro acelerado ritmo de juego va a ser una de las claves del partido, ellos prefieren desarrollar más el juego y jugar en estático, algo que deberemos impedir, si lo conseguimos, dificultaremos su juego y tendremos nuestras opciones».

Peligro
Los interiores Ryan Humphrey y Rick Hughes son los nombres de referencia en el León, que necesita hacerse fuerte en casa para mantenerse entre la nobleza de la categoría. El equipo de Javier Gonzalo no conoce la derrota como local desde que inició la temporada y tratará de prolongar esta estadística que tan buenos resultados le ha dado a lo largo de su dilatada trayectoria en la LEB Oro.