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Una victoria por 3-0 sobre el Alcorcón lanzó hasta la segunda posición y la zona de ascenso directo al Girona, beneficiado por el empate en casa del Valladolid ante el Lugo (0-0), en un día con la suspensión del Osasuna-Zaragoza en El Sadar por la intensa nevada caída de madrugada en Pamplona.

Ahí se situó el conjunto catalán siete jornadas después, con un triunfo imprescindible al principio de la tarde y de más valor ya por la noche, cuando se confirmó el 0-0 del Valladolid en el Nuevo Zorrilla y su avance hasta la segunda plaza de la clasificación.

Porque el Girona, que sigue la estela de Las Palmas a tres puntos, respondió este domingo con una victoria, la tercera consecutiva, sobre el Alcorcón (3-0), sellada en el segundo tiempo, encarrilada con un gol en una jugada a balón parado culminada por Ramalho y sentenciada entre Francisco Sandaza y Felipe Sanchón.

Entre uno y otro marcaron el 2-0, anotado por Sandaza a pase de Sanchón en el minuto 65, y el 3-0, con los papeles cambiados en el 89, para golear al Alcorcón, en tierra de nadie en la tabla, lejos de la promoción de ascenso y del descenso con su séptimo encuentro consecutivo sin ganar y con un expulsado: Djené, en el minuto 75.

Ese marcador trasladó la presión al Valladolid. Ganar o ganar para volver a ascenso directo. No lo consiguió. Empató sin goles en su estadio frente al Lugo, en un encuentro con ocasiones para ambos equipos, una de las más claras en los últimos minutos, cuando Dani Mallo despejó un remate clarísimo del local Óscar González.

Un tropiezo inoportuno del Valladolid, hoy sin gol después de haber marcado dieciséis tantos en sus cinco choques anteriores, y un punto balsámico para el Lugo, que no ha ganado ninguno de sus últimos ocho partidos, con cuatro empates en ese tramo, aunque el botín en Zorrilla le vale para alejarse mínimamente del descenso.

De ahí no se mueve el Recreativo de Huelva. Un 0-0 en casa con el Alavés le sitúa en la penúltima plaza, sólo por encima del Sabadell, aunque ahora un punto más cerca de la permanencia, pese a su décimo encuentro consecutivo sin ganar. No vence desde el 16 de noviembre.

Una dinámica contraria impulsa poco a poco al equipo vitoriano más cerca de su objetivo. Suma 28 puntos, cuatro más que el descenso, marcado por el Tenerife, enlaza tres partidos seguidos sin derrota y continúa en la mitad de la clasificación, aunque sin posibilidad de descuidarse por la proximidad de sus perseguidores.

Mientras, la nevada caída durante la noche del sábado y la madrugada del domingo en Pamplona suspendió el partido matutino entre el Osasuna y el Zaragoza en El Sadar, cuyo terreno de juego estaba cubierto con una capa de nieve de unos diez centímetros.

Hasta cuatro veces inspeccionó el campo el árbitro José María Sánchez Martínez, la última junto a los capitanes de ambos equipos, el local Miguel Flaño y el visitante Javi Alamo. En ese momento, media hora antes de la hora prevista para el comienzo del choque, decidió la suspensión del encuentro, aún sin fecha para disputarse.

«Yo creo que se ha hecho muy poco para que se juegue este partido. Lo veo así. Ahora está suspendido y hay que esperar otra ocasión. Desde mi punto de vista se podría haber hecho más», opinó Ranko Popovic, técnico del Zaragoza, que consideró «las ocho y media de la mañana» como «quizá» «un poco tarde» para quitar la nieve.

Juan Carlos Sanz, responsable de mantenimiento del estadio pamplonés, le respondió: «Nosotros hemos puesto a todo el equipo de mantenimiento y jardinería del club, once personas. Tenemos una máquina. Si tuviéramos tres, hubiésemos ido más rápido, pero hemos hecho todo el esfuerzo posible desde las siete de la mañana. Si hubiera venido él a echarnos una mano se lo habríamos agradecido».

«Aunque queríamos jugar no había ninguna duda de que no se podía y la decisión está bien tomada porque no se daban las condiciones mínimas ni para jugar ni para la seguridad de los futbolistas y del árbitro», valoró, por su parte, Miguel Flaño, capitán de Osasuna, una opinión que compartió su homólogo del Zaragoza, Javi Álamo.

«Hay que pensar en la seguridad de los futbolistas y es cierto, viendo el campo, que era imposible jugar. Nosotros veníamos con la intención de jugar. Hemos esperado todo lo que hemos podido. Hemos salido con el árbitro y hemos visto que era imposible. Una pena», explicó el futbolista del conjunto aragonés sobre la suspensión.