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Rodar poco más de 373 kilómetros sobre una bicicleta de piñón fijo ha hecho que el mallorquín Miguel Ángel Guerrero haya firmado un registro mundial de referencia. El corredor palmesano se fijó como reto superar los 368 kilómetros documentados como referencia, alcanzando la marca de 371. Pero, finalmente, este singular recordman isleño logró completar 373 kilómetros y algunos metros más (unos doscientos) para alcanzar una meta trazada desde hace algunos meses.

Para completar este recorrido, rodado sobre un circuito con epicentro en la Platja de Palma y dirección Llucmajor, Guerrero ha necesitado 13 horas, 30 minutos y 19 segundos. Y lo hizo a un promedio de 27’68 kilómetros por hora, alcanzando una velocidad máxima de 48’65, manejando un desarrollo de 46-16 que tuvo que superar, especialmente, en las horas finales, en las que las molestias físicas, en forma de rampas o problemas de orina, pasaron factura al ciclista.

La aventura se inició sobre las 8:25 horas de la mañana de ayer, y llegó a su fin sobre las 21:50 horas, en la Platja de Palma, donde un nutrido grupo de familiares y amigos apoyó en todo momento a Miguel Ángel en casa uno de los pasos, en los que fue de más a menos, a la par que el desgaste físico que supuso estar más de medio día moviendo un desarrollo a piñón fijo como el elegido.

Un dispositivo GPS ha dado fe del esfuerzo del corredor, acompañado en todo momento por un equipo de soporte en un vehículo que le ha auxiliado y apoyado hasta alcanzar su meta. Ángel Romo ha sido su ayuda más directa en ruta, destacando también el apoyo de +Bici y el bar Waikiki a la hora de organizar este modesto, pero sacrificado desafío deportivo.

«El reto era hacerlo ‘non stop’ y superar los 368 kilómetros de la anterior marca», explicaba Guerrero, quien recordaba que «los últimos kilómetros se han hecho duros. Por llegar la noche, el frío, el cansancio... pero ha valido la pena y la verdad es que, aunque estoy agotado, me siento feliz por haber cumplido un reto», aseguraba Miguel Ángel, que con sus 373 kilómetros sin parar sobre una bicicleta a piñón fijo logra todo un hito deportivo en Balears y a nivel mundial que ensalza el trabajo de un buen aficionado y practicante del ciclismo que decidió celebrar el Día de les Illes Balears de esta manera tan especial.

Con trece horas y media y 373 kilómetros en sus piernas, Miguel Ángel Guerrero recibió el cariño de sus más allegados a su llegada al centro de operaciones del reto. Tantas horas de entrenamiento habían valido la pena y tocaba disfrutar... y descansar, pues Miguel Ángel ha dejado el listón «más alto de lo que esperaba incluso».