El boxeador Santi ‘El Pollito’ Bustos y el entrenador Félix Soria, tras una sesión de entreno en el gimnasio ArteSport, en Can Valero. | Pere Bota

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Un compañero de otra disciplina pasa por su lado y le toca el abdomen: –¡Vamos, Madison!, le espeta. No, Madison no es el apodo del púgil Santiago Bustos (Palma, 1982), sino el Madison Square Garden (Nueva York), mítico escenario donde peleará el 13 de junio contra el norteamericano Jason Sosa.

Discípulo de Félix Soria, Santi, como le gusta que le llamen, tiene otro apelativo cuanto menos singular: ‘Pollito’. En primera instancia puede que el mote se refiera a su estatura, 1’66 metros. O quizá a su peso, 61 kilos. Pero el origen es remoto. «En la infancia, cuando llevaba el pelo casco», aduce al finalizar una sesión de entrenamiento en la Escuela de Félix Soria, radicada en el gimnasio ArteSport, en el Polígono de Can Valero, Palma.

La velada, dentro del campeonato mundial de peso pluma que enfrenta a Nicholas Walters y Miguel Marriaga, está pactada a ocho asaltos de tres minutos cada uno y se retransmitirá por la cadena HBO. «Cruzar el charco es una gran ilusión y un sueño para cualquier boxeador de esta categoría [súperpluma]», comenta. Las únicas referencias que tiene de su rival es que es un «pegador».

Bustos estuvo recientemente en EEUU. Perdió a los puntos, aunque su entrega le permite volver a América.