El base del Real Madrid Sergio Llull intenta impedir el avance del base de los Boston Celtics Isaiah Thomas. | Carlos Montes de Oca

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Real Madrid 96-111 Boston Celtics

Real Madrid (23+20+26+27): Maciulis (3), Ayón (5), Tompkins (24), Llull (15) y Carroll (4) -equipo inicial- Doncic (1), Hernangómez (5), Nocioni (11), Radoncic, Reyes (15), Rodríguez (13), y Thiago ().

Boston Celtics (25+29+31+26): Crowder (8), Lee (13), Zeller (8), Smart (7) y Bradley (17) -equipo inicial-, Hunter (2), Jerebko (6), Mickey (5), Olynyk (6), Rozier (14), Sullinger (7), Thomas (15) y Young (3).

Árbitros: Monty McCutchen (USA), Dedric Taylor (USA) y Luigi Lamonica (ITA). Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la gira NBA Global Games disputado en el Palacio de Deportes de Madrid (Barclaycard center) ante unos 13.000 espectadores.

El Real Madrid se ahogó ante la marea verde de los Boston Celtics, 96-111, en un enfrentamiento frío, carente de continuidad y de espectáculo en el que el baloncesto también estuvo ausente.

Diecisiete minutos aguantó el Madrid en el marcador a los Boston Celtics (35-33). A partir de ese momento los verdes se impusieron con una mejor defensa, por momentos, y por su velocidad de ejecución en las individualidades.

El partido no fue tal. Fue un enfrentamiento entre dos equipos en pretemporada, con reglas distintas y una concepción del baloncesto bastante dispar. Los madridistas Rudy Fernández y Jeffrey Taylor ni siquiera se vistieron de corto.

El Madrid anotó las dos primeras canastas, 4-0 en el primer minuto, e intentó no dejar marchar al equipo NBA, 10-13 (min.5). Pero lo deslavazado del juego, las mil y una interrupciones, los pasos de los estadounidenses y la permisividad arbitral en la defensa con las manos, les fue pasando factura poco a poco.

Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, lo entendió desde el principio y dio muchos minutos a los jóvenes, no importándole que ya en el segundo cuarto coincidieran en pista Willy Hernangómez y Luka Doncic.

Ante la ausencia de sistemas, normal en los americanos, el Chacho-sistema de Sergio Rodríguez fue lo único que consiguió arrancar algún ¡oh! de exclamación de unas apagadas gradas que se aburrieron en los dos primeros cuartos. De doce minutos cada uno, por supuesto.

Después de hora y cuarto sobre la pista, los dos equipos se marcharon a vestuarios, al descanso, con un marcador de 43-54. Unos problemas para sacar de banda y tres buenas acciones defensivas de los Celtics desnivelaron el marcador y, aunque los campeones de Europa hicieron un amago de acercarse, 42-46 (min.21), los verdes se fueron en el marcador hasta el 43-54 reseñado, tras 24 minutos de juego.

El pívot del Real Madrid Trey Thompkins dejó muestras de su fino estilismo desde el exterior en el tiro y fue el máximo anotador con 12 puntos, con Felipe Reyes, siempre luchador, siguiéndole, con 8.

Entre los verdes, Avery Bradley, 12, e Isaiah Thomas, con 10, fueron los más acertados.

Dos triples consecutivos de Andrés Nocioni y Sergio Llull, 51-58 (min. 26), en el inicio del tercer cuarto, pudieron haber igualado el marcador y dado un poco de emoción al choque, pero el Madrid y los Celtics prefirieron jugársela a triples, pese a que ninguno superaba, en esos momentos, el treinta por ciento de efectividad desde la larga distancia. Jaycee Carroll falló hasta tres consecutivos.

El Madrid se descolgó definitivamente en el marcador, 64-80 (min. 33) y los minutos fueron pasando, entre los bostezos del público, hasta el 69-85 que reflejó el luminoso al término del tercer cuarto.

En el último cuarto, nada cambió. La ventaja de los verdes fue cada vez más insalvable, 75-95 (min.39.50) pero ni por esas apareció el espectáculo, aunque fuese en alguna acción aislada.

El enfrentamiento, a trasmano para los dos equipos, se fue diluyendo sin ofrecer nada a los espectadores. Y la falta de preparación, de alicientes y de tensión hizo el resto. El Madrid se ahogó en la marea verde de Boston.