La Gala Olímpics IB reconoció, en persona o a través de familiares, amigos o representantes federativos, una actuación magnífica de los deportistas de Balears en los Juegos Olímpicos de Río 2016. | Jaume Morey

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El deporte balear ha podido presumir de su mejor generación olímpica, de la que ha firmado la participación más elevada a lo largo de su historia y la mejor cosecha de medallas en unos Juegos. Pese a las múltiples ausencias -solo acudieron seis de los quince deportistas convocados, aunque finalmente fueron dieciséis los baleares en Río-, el Palma Arena fue escenario de un homenaje y de altura.

La Gala Olímpics IB reconoció, en persona o a través de familiares, amigos o representantes federativos, una actuación inéditca. Seis metales y cinco diplomas suponen una marca para los anales en una cita que rebasó la barrera de los quince representantes de Atenas 2004.

Protagonistas

El oro de Marcus Cooper Walz (piragüismo, K1 1000 metros brilló con más fuerza que nunca en una velada que premió el esfuerzo y el mérito que supone participar en unos Juegos. Junto al campeón olímpico estuvieron también los nadadores Melani Costa y Joan Lluís Pons; el boxeador Youba Sissokho; el también piragüista Sete Benavides y el atleta David Bustos, arropados por las principales autoridades políticas e institucionales de las islas, encabezadas por la presidenta del Govern, Francina Armengol, quien junto a la consellera d’Esports, Ruth Mateu, ejerció de anfitriona de un encuentro al que también asistieron exolímpicos (Llaneras, Alzamora, Tauler, Joan Seguí, Elena Gómez, Marga Crespí, Brigit Yagüe o Ernesto Rodríguez) y una buena representación de los portadores de la distinción Cornelius Atticus.

Las numerosas bajas (Nadal, Mola o Alba Torrens compitiendo o ya en pretemporada, además de Rudy, Llull, Abrines, Marc Sánchez o Caridad Jerez) no impidieron que el acto mantuviera su simbolismo, que se quiso también extender a los tres deportistas baleares que participarán en los Juegos Paralímpicos en unos días. El atleta Joan Munar y los regatistas Sergi Roig y Violeta del Reino fueron despedidos antes de viajar a Río durante un reconocimiento en el que técnicos, jueces y demás isleños enrolados en diferentes facetas en los Juegos también recibieron un merecido tributo a su labor en Río.