TW
0

Bàsquet Inca y Menorca han sentado las bases de una plataforma conjunta que refuerce su posición ante las instituciones públicas. Los dos clubes profesionales del archipiélago han quebrado el distanciamiento que en las últimas temporadas había marcado su convivencia y que derivó en la ruptura de relaciones. Olvidado el pasado más reciente, ambas entidades han pactado en silencio y trabajan en el diseño de un plan que otorgue solvencia y continuidad a sus proyectos.

Granada, escenario de la Copa Príncipe de Asturias, también lo fue del primer encuentro entre los responsables de ambos clubes. José Luis Sintes, máximo mandatario del Menorca, y Joan Rubert, vicepresidente del Bàsquet Inca, dieron el primer paso hacia la creación de esta comisión que trabajará para generar ingresos económicos. Según ha podido saber esta redacción, el tratado de intenciones de Bàsquet Inca y Menorca va algo más allá de lograr subvenciones directas del Govern. Uno de sus principales objetivos pasa por conseguir ingresos procedentes del sector privado con la ayuda de la primera institución balear. «Así es como se funciona en todas las comunidades autónomas donde existe baloncesto de élite. No queremos que nos subvencionen con dinero público, sólo que nos ayuden a generar ingresos y se involucren empresas con intereses en las dos islas», significó a esta redacción un portavoz del Inca.