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Juan Mestre/Nekane Domblás La decisión del Consorci de Joc Hípic de declarar desierto el concurso de la «Lototrot» y de los llamados juegos de promoción del trote ha indignado a los caballistas. Los aficionados al trote han visto cómo, pese a los votos a favor de los tres representantes del Consell de Mallorca "Maria Antònia Munar, Antoni Pascual y Nicolau Tous", el consorcio decidió no abrir el procedimiento negociado al concurso y la Lototrot quedó de esta forma paralizada. El presidente Antich, el conseller Costa y el director general Carcías votaron en contra de la apertura del procediminto negociado, pese a que no lo descartan de cara al futuro.

La decisión del Consorcio ha encendido los ánimos entre los caballistas, que ya han evaluado la posibilidad de paralizar el trote en los hipódromos los días 19 y 20 de julio. Así mismo, los caballistas manejan también la posibilidad de manifestarse delante del Consolat de la Mar con los caballos y los remolques con la clara intención de que Francesc Antich dé el beneplácito a la «Lototrot».

Por otra parte, el Govern está dispuesto a destinar unos 1'8 millones de euros (300 millones de pesetas) anuales a la promoción del deporte del trote ante las dificultades técnicas para crear la «Lototrot», un proyecto que ha sido descartado por Antich. El Ejecutivo balear busca ahora distintas salidas para obtener financiación que compense la paralización del proyecto de Lototrot tras la decisión del Consorcio del Juego Hípico de no adjudicar la concesión de este nuevo juego, que debía servir para apoyar financieramente al trote balear. Sin embargo, las distintas alternativas que baraja el Gabinete autonómico no colman las aspiraciones del mundo hípico, que rechaza de plano la posibilidad de recibir subvenciones directas para la promoción del trote. El mundo hípico se siente engañado, mientras desde el Ejecutivo recalcaron que la creación de una Lototrot no figuraba entre los proyectos que debía impulsar el Pacte de Progrés esta legislatura.

El Govern volvió a justificar ayer que no podía adjudicarse la «Lototrot» a la empresa «Innovacions Tecnològiques de Balears SL» ante su escasa solvencia económica, a pesar de la participación de Cirsa, una multinacional que se dedica desde hace muchos años al sector del juego. «Era un riesgo adjudicar el negocio de las apuestas a esta empresa», dijo un portavoz del Ejecutivo balear. Aunque el Govern aún no sabe cómo conseguir los 18 millones de euros que deberían compensar la paralización del proyecto de la «Lototrot», fuentes próximas al Gabinete de Antich no descartaron la posibilidad de aumentar la tasa del juego. Sin embargo, esta propuesta fue analizada por el Consorci del Joc Hípic de Mallorca y fue prácticamente descartada por su complejidad jurídica.