Elena Gómez en una imagen captada tras su llegada al aeropuerto de Barajas. Foto: T. MONSERRAT.

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AMADOR PONS. Enviado especial a Madrid.
No puede disimular su elegancia ni vestida con el chandal de la selección nacional y continúa complementando con grandes dosis de simpatía su timidez. Le cuesta posar ante los medios, pero en competición es un seguro. Cuando Elena Gómez hizo las maletas y se trasladó a Madrid su sueño era ser olímpica. Después de conocer el resultado del Campeonato del Mundo por aparatos la meta se ha convertido en mucho más ambiciosa. La gimnasta mallorquina hay que «ir paso a paso», pero confirma que «mi gran meta son los Juegos Olímpicos».

Caer eliminada en las semifinales de barra de equilibrios pudo suponer un duro mazazo para el concurso de Elena Gómez en el Mundial. La mallorquina confirmó que «esperaba clasificarme para la final», pero no podía permitir que el noveno puesto le arrebatara sus ilusiones en suelo. «No podía pensar que había fallado porque me hubiera costado también la eliminación en suelo. Había que olvidarse y concentrarse únicamente en este aparato».

La concentración de la mallorquina fue excelente y su ejercicio en suelo, sobresaliente. «Hasta el último momento no sabes cuál va a ser el resultado. En la segunda diagonal me había quedado un poco corta para atrás, pero el tiempo de espera de la nota fue cuando más nervios sufrí» comenta Elena Gómez. La gimnasta mallorquina asegura que «no ví cuando la jueza le levantaba el pulgar a Jesús Carballo, pero cuando ví la nota sentí una gran alegría. Era el premio a tantos años de trabajo y de lucha diaria». Elena Gómez comentó que «no recuerdo lo que hice ni las gimnastas que me saludaron».

El gran éxito del ejercicio de Elena Gómez en el Mundial radicó en la perfecta combinación de acrobacia y arte. En este sentido jugó un papel muy importante las horas dedicadas para presentar una nueva coreografía. Su ejercicio era el único que tenía una nota de partida de diez, por lo que las dificultades era extraordinarias, pero las sesiones de ballet le permitieron desplegar toda su elegancia. «Presenté mi ejercicio completo en el Mundial. Llevó un tiempo con el aunque la coreografía es nueva. Apenas llevaba tres meses preparándola, pero el ballet es una de las cosas que me gustan entrenar».

Los dos mejores gimnastas españoles del momento "Elena Gómez y Gervasio Deferr" son especialistas en suelo. Pero la especialidad es un aspecto que no gusta a la mallorquina. «Siempre me gustó el suelo, pero también me gustan las asimétricas. Creo que una buena gimnasta debe ser completa y rendir en los cuatro aparatos. Hay que trabajarlos todos para poder luchar en el concurso general. Yo voy a continuar trabajando como hasta ahora y mantendré la misma ilusión».