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Cuando Mallorca y Recreativo alcanzaron la final de Copa, de lo primero que recelaron era de la trascendencia que el evento iba a tener. Asumiendo que ninguno de los dos es capaz de aparecer durante más de dos minutos por alguno de los espacios informativos dedicados al deporte, se temieron lo peor. Pues bien, un mes después de que ambos certificaran su ingreso en la final, no ha habido día en el que el partido no haya aparecido en algún medio, en algún papel, en alguna honda herziana. ¿Quién iba a imaginar que se iba a hablar tanto de la final?. Todo, porque la RFEF se ha empecinado convertir la elección de la sede del encuentro en un juego de rol; ahora Elche, luego Mestalla, que si Madrid... Desde el 5 de marzo todo ha sido esperpéntico, pero parece que todo ha acabado.

4 y 5 de marzo
Recreativo de Huelva y Real Mallorca logran la clasificación para la final después de eliminar a Atlético Osasuna y Deportivo, respectivamente. El equipo onubense logró un heroico empate en El Sadar y los isleños empataron en la vuelta con una diana de Ibagaza. Ambos clubes desconocen todavía el escenario en el que se jugará la final, porque la RFEF no lo tenía previsto. Todos piensan que jugarán en el Vicente Calderón de Madrid.

6 de marzo
Un día después de que se conociera la identidad de los finalistas, los dos presidentes aparecen ante los medios para elegir sede; el Mallorca quiere que el encuentro se juegue en el Mediterráneo y presenta las variantes de Barcelona y Valencia. El Recreativo opta por Sevilla, Málaga o Madrid, pero subraya su preferencia por la capital. Entonces se conoce la noticia de que los Rolling Stones actúan en el Vicente Calderón un día antes de la disputa de la final, por lo que el Atlético se niega a albergar la cita.

10 de marzo
Juan Serrano, presidente del Elche, ofrece a la RFEF las instalaciones del Martínez Valero para acoger la final. Al Mallorca le parece una buena opción, pero el ofrecimiento ilicitano encuentra con la oposición de la junta directiva del Recreativo, que se niega a viajar a Elche denunciando la excesiva distancia entre ciudades.

17 de marzo
Angel María Villar cita en Madrid a Francisco Mendoza, presidente del Recreativo de Huelva, y a Mateu Alemany. El mandatario de la Federación Española busca consenso y espera que ambos clubes se pongan de acuerdo en el escenario para disputar la final de Copa. Sin embargo, eso no ocurre y la RFEF comunica que en un «breve» espacio de tiempo determinará dónde se disputará el encuentro. Valladolid y Vigo también se ofrecen a acoger el evento; el Bernabéu estará en obras.

24 de marzo
La RFEF comunica a los dos clubes que la final se disputará finalmente en el Martínez Valero de Elche, algo que contenta a los mallorquines pero que irrita a los onubenses. El Recreativo de Huelva inicia una campaña de presión para cambiar la sede del encuentro. La entidad andaluza emite un comunicado en el que considera la decisión de la Federación como «un despropósito». Anuncian que solicitarán 17.500 entradas y le echa un pulso a la Española.

1 de abril
Angel María Villar se entrevista con Eduardo Herrera, presidente de la Federación Andaluza, y con Pedro Rodríguez, alcalde de la localidad andaluza. Los representantes de la entidad blanquiazul le piden a la RFEF que cambie la sede, y proponen Mestalla, la primera opción del Mallorca. El presidente de la Española asegura que trasladará la petición a su junta directiva.

2 de abril
Con todo, una delegación del Mallorca se traslada a Elche para supervisar las instalaciones (hoteles, campos de entrenamiento y estadio), por lo que el club balear da por hecho que jugará la final en la ciudad de las palmeras.

7 de abril
La junta directiva de la RFEF ratifica, en su reunión ordinaria, a Elche como sede para la final de la Copa del Rey. La reunión acude el presidente del Recreativo de Huelva, pero no Mateu Alemany en representación del Mallorca.