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Ramón Rosselló llevaba tiempo acomodado en la trastienda. Enemigo de las cámaras y los focos, el asesor financiero del Real Mallorca ha sido siempre un tipo invisible para el gran público. Vinculado profesionalmente a Bancaja, la ampliación de capital que activó la SAD balear le situó en un primer plano. En los pasillos se había hablado siempre de Rosselló, aunque desde hace unos pocos meses su figura no se puede disasociar del club. Fue uno de los rostros de la operación que ha alterado la fisonimía del consejo de administración y protagonista de excepción de una carrera frenética que acabó abriendo la «era Cursach». En público, Rosselló habla poco de fútbol -«lo dejo para los que saben»-, aunque si lo hace de aritmética. Es su párcela, su hábitat natural.

-Ha sido usted uno de los actores principales del cambio accionarial que ha registrado el Mallorca recientemente y también se ha integrado en el nuevo consejo de administración de la entidad tras un proceso largo, intenso y que también ha condicionado la planificación deportiva. ¿Cuál es su cronología de los hechos?
-Es cierto que todo ha sido muy largo. De hecho, debemos remontarnos a la rueda de prensa en la que se anuncia que la familia Asensio quiere realizar una ampliación de capital. Estamos hablando del mes de junio. Fue una noticia de impacto por todo lo que representaba, pero también fechada en los días previos a la disputa de una final de la Copa del Rey, un acontecimiento prioriario a todos los niveles para el club y que requirió una gran atención. Después llegaron los festejos del título y la realidad es que empezamos a trabajar en la ampliación de capital durante la primera semana de julio. Lo ideal hubiera sido liquidar el asunto en el plazo de un mes y no encontrarnos de frente con la Liga, pero una vez abierto el proceso ocurrieron muchas cosas. Nosotros decidimos empezar entrevistándonos con los grandes empresarios de la Isla; desde el primer momento nos mostraron su apoyo, aunque también había que buscar fórmulas para canalizar esta ayuda. En mi caso personal, me he limitado a jugar un papel que tres personas me pidieron que jugara.

-¿La ampliación de capital llega forzada por el actual equipo gestor o es un deseo expreso de la familia Asensio?
-No creo que deba hablarse de una situación forzada; creo que es el desenlace lógico de una larga historia, aunque quizás se hubiera podido tomar unos meses antes. El Mallorca se encontraba en una situación financiera algo complicada, motivada por la situación económica general. La temporada pasada habíamos vendido a Albert Luque, fue una operación importante, un traspaso de 14 millones de euros que no pudimos hacer líquido. Y para un club como el Mallorca, eso es un problema serio. La cuyuntura tampoco favoreció financiaciones alternativas y se hizo ver a la propiedad que debían tomarse decisiones para que el club lograra estabilidad. Creo que la gran estima de la familia Asensio hacia el Mallorca acabó siendo determinante. Ellos también se dieron cuenta de que activar una ampliación de capital era la mejor solución para todos.

-De todas formas, durante los últimos meses daba la impresión de que se había producido un distanciamiento importante entre la propiedad y el propio presidente Mateo Alemany.
-En toda relación se producen divergencias, pero no fueron tan importantes como para desencadenar la ampliación de capital. Lo que sucedió es que existió disparidad entre lo que debía ser el presente y el futuro del Mallorca. No obstante, no me parece una situación excepcional que se pongan sobre la mesa diversas propuestas que atañen a la viabilidad de una empresa tan peculiar como una sociedad anónima deportiva. En el fútbol las divergencias son continuas, las ahí entre un club y los medios de comunicación, entre los propios socios y los gestores... El fútbol produce tantas cosas que es normal que también se produzcan muchos puntos de vista. Si es así, también es normal que las hubiera entre la propiedad y el equipo gestor. Tengo claro que Antonio Asensio ha tenido un comportamiento excepcional con el club y con la sociedad mallorquina. Han perdido el control de la entidad sin obtetener ningún beneficio económico, más bien todo lo contrario.

-Un grupo importante de gente vinculado al Mallorca establece dierencias sustanciales entre la etapa de Antonio Asensio Pizarro y la de su hijo.
-No me parece razonable establecer comparaciones entre Asensio padre y Asensio hijo. El primero fue un personaje clave en la historia más reciente de la comunicación en España, entre otras cosas, logró la liberización