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F.Fernández El nuevo Son Moix está en plena cuenta atrás. El complejo proceso de desmontaje de la estructura metálica que albergaba la anterior cubierta dilata los plazos, aunque las previsiones pasan por contar con las nuevas vigas de mandera a mediados de noviembre y tener operativo el pabellón a inicios de 2009, un período que se extenderá en el tiempo en el caso de la piscina, que el Institut Municipal de l'Esport también remodelará en su práctica totalidad, esperándose que esté operativa al cien por cien ya entrado 2010.

Los operarios aceleran sus labores para despejar por completo la cubierta del Palau d'Esports, seriamente dañado como consecuencia del temporal que azotó Ciutat el 4 de octubre de 2007, y una vez que en complejo sistema de andamiaje se ha completado, se inicia la nada fácil tarea de desentramar la red que componía la estructura tridimensional. Ese mismo dispositivo se aprovechará a la hora de instalar la nueva cubierta de madera. Combinar la retirada e instalación de ambas es el desafío en el tanto el IME como los responsables de la ejecución del proyecto trabajan.

Y es que, tras varios estudios, se concluyó que tras los destrozos que la cubierta sufrió, la estructura de Son Moix no sufría daños, aunque sí los padecía la estructura que sustentaba la maltrecha cubierta, que ya forma parte del pasado, ya que el nuevo Palau d'Esports da cabida al recinto polideportivo, cuyo aforo se incrementará hasta superar los 5.000 espectadores, tal y como hizo oficial el IME durante la presentación del proyecto de reforma del pabellón palmesano, el coste de cuya cubierta se espera que ronde los 3'5 millones de euros.

Dotarla de equipamientos de primer nivel y adecuar a Son Moix a las normativas en el capítulo de instalaciones deportivas son algunos de los retos que persigue el IME, que ha encomendado los trabajos a Construcciones Ligeras, cuyos operarios se están encargando de dar una nueva imagen al emblemático recinto.

Además del nuevo pabellón y de la piscina, se habilitarán gracias a estas obras nuevos espacios de luz y de vestuarios al Palau d'Esports, en cuya cubierta se instalaría un sistema de placas solares, cuya energía sobrante podría venderse, obteniendo un beneficio añadido y demostrando el compromiso del IME y del Ajuntament de Palma a la hora de contar con una instalación que se adapte a los nuevos tiempos y sea una apuesta más allá de lo deportivo y social, siendo un punto de apoyo a escala ecológica.