TW
0
Fernando Fernández Blanca Gil ha conseguido ganar el partido más importante de su vida. La goleada que la mallorquina le ha metido al cáncer, permitirá a los aficionados seguir disfrutando de la mejor waterpolista del planeta y la jugadora que ha marcado un punto de inflexión en el seno de este deporte a escala nacional y en categoría femenina. La capitana y referencia del equipo español no podía imaginar durante el pasado Mundial que el destino iba a poner a prueba su capacidad de superación, de sobra demostrada en la piscina.

La laureada deportista, de 26 años, ha logrado superar un cáncer de útero que le cogió por sorpresa este verano, y ha condicionado los últimos meses de su vida personal y profesional. Y es que Blanca, compitió en el Mundial de Roma sin saber que padecía esta enfermedad.

El pasado mes de junio, la boya y goleadora del Orizzonte Catania italiano sufrió un desajuste hormonal tras participar en la Liga Mundial de Kirishi (Rusia). Tras visitar al médico y serle tomadas unas muestras, centró sus miradas en el Mundial. A su regreso de Roma, los análisis realizados mostraron la presencia de células cancerígenas en el cuello del útero. Blanca tenía que pasar por el quirófano para evitar peligros mayores en el futuro.

El 14 de agosto, la waterpolista fue operada, iniciándose una recuperación que ella misma definió como «lenta y terrorífica». Y es que Blanca sufrió una serie de quemaduras al no saberse que era alérgica al yodo que se le aplicó. Días después, la súbita muerte de su ginecólogo -el prestigioso galeno mallorquín José Javier Salvà-, supuso un mazazo añadido para Gil, que con el paso de las semanas fue superando el proceso de recuperación de manera satisfactoria, aunque reconoce que «han sido muchos golpes y ha costado recuperarse de un shock agresivo como éste».

Ahora, Blanca vuelve a hacer lo que realmente le gusta: jugar al waterpolo. «Estoy igual que antes, fuera de peligro y con más ganas que nunca», confiesa la deportista, que cada dos meses deberá someterse a un reconocimiento, y que a la vez deja en el aire su continuidad en la selección absoluta. Eso sí, Blanca le ha metido un gol al cáncer y espera seguir ampliando un historial para enmarcar, con la Copa de Europa como gran desafío.