Guillem Llaneras, Nico López, Andreu Llistó y Miquel Garriga. | Redacción Digital

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El Constància sueña con actualizar este fin de semana las mejores páginas de su historia. 24 años después de desfilar por última vez sobre la pasarela de la categoría de bronce del fútbol español, el conjunto inquense afronta el partido más ilusionante de los últimos tiempos y espera concretar el ansiado ascenso a costa del Villarrobledo manchego.

El Nou Camp d'Inca ya está preparado para acoger la cita más especial a la que ha acudido el club en el último cuarto de siglo (domingo, 12.00 horas). Para disfrutar con noventa minutos apasionantes que pueden devolver a la entidad a un escalón que no pisa desde 1988, cuando se descolgó de la Segunda B en un polémico encuentro con triste final ante el Badia de Cala Millor. Desde entonces el Constància ha participado en más de diez intentos de ascenso, pero ninguno ha cuajado. Sin embargo, después de hacerse con el gobierno de la Tercera balear el equipo de Nico López ha reactivado el entusiasmo de una hinchada cuya moral se había ido consumiendo.

De cara al partido de vuelta ante el Villarrobledo (el de ida acabó 0-0), las entradas tienen un precio único de 10 euros, mientras que socios, aficionados sub'25 y jubilados pagarán 5 (con presentación de carnet) y los socios colaboradores y de honor tendrán acceso gratuito.