La presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, posa para este diario en la sede de la institución insular. | Teresa Ayuga

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El trote es un sector históricamente vinculado al Consell de Mallorca, que apuesta en firme por un deporte y una herramienta a la vez clave en el sector primario de la Isla. Y la disputa del Gran Premi Nacional supone, además, es el momento cumbre para una especialidad arraigada en esta tierra. La presidenta de la institución, Catalina Cladera, destaca el peso del trote y la relevancia de la cita.

Estamos ante la semana grande del trote y también para la institución que preside...
—Así es. Es una fecha marcada en rojo para los aficionados, para el sector, y también dentro de la sociedad mallorquina. El Gran Premi Nacional y la diada hípica que le rodea son todo un acontecimiento deportivo, pero a la vez social. Y, este año, además, es más importante si cabe, pues volvemos a la normalidad previa a la pandemia. Los dos últimos años hemos sufrido, pero la prueba ha salido adelante, aunque con las restricciones conocidas. Pese a todo, el Gran Premi sigue siendo un hito en el calendario. Es verdad que todo el año hay competiciones, pero esta es diferente. Esta edición será la fiesta grande del trote en Mallorca.

¿Es la mejor manera de hacer patente ese apoyo del Consell de Mallorca al sector?
—Sabemos de su importancia y su peso específico en Mallorca. Desde el Consell ayudamos a la Federación Balear, Son Pardo es propiedad de la institución y ahí vamos a realizar una profunda mejora y una inversión importante de 3 millones de euros en el capítulo de instalaciones, en diferentes acciones. Hemos apostado fuerte para conservar, mejorar y potenciar estos recintos, por las infraestructuras. Queremos cuidar de este sector, es obligación del Consell y seguiremos yendo de la mano junto a ellos.

¿Estamos ante un evento que repercute más allá de lo meramente deportivo?
—Así es. Es un acontecimiento deportivo de primer nivel, pues el Gran Premi Nacional tiene una larga historia a sus espaldas y es la carrera de referencia en nuestro país. Con un importante alcance más allá incluso. Pero también es un evento social que permite dar a conocer a toda la Isla lo importante y el valor de esta rama, clave dentro del sector primario. La competición supone un gran escaparate para el trote y para Mallorca.

¿Es tal el alcance del turismo hípico que, desde el Consell, se apunta seriamente hacia él?
—Tenemos un plan de turismo escuestre en marcha con el fin de promocionar Mallorca, de que sea un argumento más para visitarnos. El trote tiene relación con Francia y otros países y ese binomio turismo-deporte puede tener ahí un punto de apoyo que queremos trabajar.

¿Qué mensaje le lanza al ciudadano para ir a Son Pardo?
—Les invito a disfrutar del Gran Premi, de todo un fin de semana de carreras. Conocerán un sector muy vivo y verán un gran espectáculo deportivo.