Varias embarcaciones, durante la jornada de regatas de este domingo. | TOMÁS MOYÀ

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La vela latina forma parte del patrimonio marítimo de Mallorca, una tradición que muchos aficionados y entidades se preocupan por mimar y mantener en liza como testimonios de otras épocas, aún recientes, dentro de la navegación en la Isla. Y eventos como la XXVI Diada de Vela Llatina que organizó este pasado fin de semana el Club Nàutic de Cala Gamba –uno de los más implicados en esta causa– ayudan a visibilizar la labor de los clubes y aficionados que conservan estas embarcaciones que acumulan muchas horas de navegación y años de historia.

Cuarenta barcos tomaron parte este domingo de una espectacular regata costera (el sábado se anularon las pruebas por razones meteorológicas), en la que el viento de Llevant ayudó a mostrar la belleza de estas embarcaciones en la bahía de Palma.

Palmarés

En la clase Regata, el Tinita de Pere Reus y Toni Estades fue el dominador, de la misma manera que en Llatina Clàssica, el Finet de Joan Bonet se puso al frente de la clasificación en Cala Gamba. En otro orden, el Annika de Guillermo Amengual marcó la pauta en Llaüts Clàssics, completando el cuadro de honor, dentro de la clase infantil Dragonera –barcos monotipo provistos por el Consell de Mallorca–, el Pantaleu, de Isabel Estades. Además, el Club Nàutic de Cala Gamba reconoció con el Premio Miquel Llompart el trabajo de la Asociación Alzinaires, en defensa de la vela tradicional. La XXVI Diada de Vela Llatina de Cala Gamba contó con el apoyo de FAN Mallorca Shopping, Autovidal, Vitrac Obra Pública y Construccions Pep Fiol.