Imágenes de Marcus Walz antes de la final de 4x500 en la Copa del Mundo disputada en la ciudad húngara de Szeged. | Youtube: RFEP

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«De los días más difíciles de toda mi carrera deportiva», así resumía Marcus Walz su reciente experiencia en la Copa del Mundo celebrada en la ciudad húngara de Szeged, donde se colgó la medalla de plata después de encarar el momento decisivo con mucho sufrimiento. Hipotermia, dolores estomacales y musculares pusieron en jaque la participación del mallorquín, que tiró de coraje y del apoyo de sus compañeros para completar una prueba que mantiene a la embarcación española del 4x500 como una de las grandes referencias del panorama internacional.

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«Tras llegar a tierra de la semifinal, me costaba tenerme en pie. Estaba tiritando y con dolores por todas partes. Entré en hipotermia. Da igual la cantidad de ropa y abrigo que me pusiera encima, el frío no se iba y me tiritaban hasta los dientes. Y mareado», reveló Marcus Walz en su cuenta en la red social Twitter. Inicialmente trató de evitar que Saúl Craviotto, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade hasta que fue «imposible» ocultar el mal estado en el que se encontraba.

El mensaje de Marcus Walz para el resto de integrantes del K4 fue claro: «Lo siento pero pase lo que pase, seguid con el ritmo de siempre. Yo quizá pierda la palada o me vomite encima, pero vosotros seguid con mente fría y no os rayéis. Yo tenía claro que ya me podía estar muriendo literalmente, que iba a darlo todo», ha explicado el mallorquín, cuyos problemas en los instantes previos a la semifinal han quedado al descubierto con el vídeo que ha publicado la Real Federación Española de Piragüismo con imágenes de las interioridades en la cuenta atrás antes de la final.