Aina Bauzá posa con su velero, el Redó by Ànima Negre tras una rueda de prensa este jueves, en el puerto de Andratx (Islas Baleares). Bauza se dispone a cruzar el Atlántico sola en un velero Club de Vela del Port d'Andratx. | Teresa Ayuga

TW
0

Aún faltan 121 días para la salida de la Mini Transat 2023 desde la localidad francesa de Les Sables d’Olonne, pero Aina Bauzá ya ha activado la cuenta atrás definitiva hacia su gran sueño. La deportista mallorquina ha ofrecido este jueves en el Club de Vela del Port d’Andratx los detalles de un desafío que supondrá un hito para la historia del deporte balear, ya que nunca antes una representante de las Islas había tomado parte de la prueba.

Las reparaciones y los preparativos del Redó by Ànima Negra marcan el día a día de Aina Bauzá antes de poner rumbo a Francia para ponerse a prueba en una serie de regatas antes de tomar la salida como única representantes española en toda la flota de la Mini Transat.

Aina Bauzá, a sus 28 años, celebra su condición de pionera, pero tiene claro que en la travesía ni las condiciones meteorológicas ni las adversidades van a hacer distinciones. Y las complicaciones de cualquier índole pueden aparecer en el momento menos esperado a lo largo de las más 4.000 millas náuticas que separan Les Sables d’Olonne y la isla caribeña de Guadalupe con una parada intermedia en Canarias, en La Palma.

Cruzar el Atlántico en solitario y sin asistencia es el sueño que quiere cumplir Aina Bauzá y para lograrlo ha llevado a cabo una intensa preparación, aunque no será hasta que arranque de verdad la prueba cuando pueda comprobar su nivel y las prestaciones de la embarcación de 6,50 metros en la que tendrá que pasar cerca de un mes.

El Redó by Ànima Negra, construido en Polonia, es un barco comprometido con la sostenibilidad, ya que cuenta con placas solares y un motor eléctrico y Aina Bauzá ya ha acumulado muchas millas en competición para asegurar su participación y para intentar llegar en las mejores condiciones posibles a la salida. Han sido casi dos años desde que dio el salto a la navegación oceánica, participando en regatas offshore, y se acerca la hora de la verdad. El gran reto se acerca y Aina Bauzá quiere exprimir el tiempo que queda para dejar preparado todo lo que esté en su mano antes de que sea la competición la que depare el nivel de exigencia en el mar.