Rafael Nadal, bebiendo agua.

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Las vacaciones ya forman parte del pasado de Rafael Nadal, que ha retomado los entrenamientos en la pista. Mañana se cumple un mes de su última final del ejercicio 2013, pero el manacorí ya ha activado la cuenta atrás para el inicio de un nuevo curso en el que se contempla la posibilidad de disputar 21 torneos a lo largo de 11 meses de vértigo. El número uno del mundo enfoca el Open de Australia como el primer gran objetivo del año, pero el reto, como siempre, es ser competitivo por encima del número uno.

«Estoy muy contento por haber terminado como número uno y, sobre todo, por haberlo alcanzado tras venir de donde venía. No es algo que me preocupe la defensa del número uno, ojalá me pueda mantener en las primeras posiciones, porque si sigo entre los cinco primeros tengo opciones de seguir compitiendo por los torneos importantes, que es algo que me motiva más que el ranking», explica.

Cuenta atrás

Abu Dabi será su primera escala del 26 al 28 de diciembres antes de inaugurar la campaña oficial en Catar. Los kilómetros que acumule sobre la pista serán su aval para pelear por la gran cita de Melbourne Park. «Ahora entrenaré estos días de forma progresiva y luego tengo por delante Abu Dabi y Doha, que me ayudarán a llegar bien preparado a Australia», explica Nadal, que reconoce que no ha tenido mucho tiempo para desconectar, aunque sí precisa que ha saboreado el tiempo del que ha disfrutado de su familia y amigos. «El primer gran objetivo es Australia. Llegar competitivo a Abu Dabi y Doha será muy justo, pero, gane o pierda, las opciones serán menores que otros años porque me tengo que ir adaptando físicamente», añade.

El final de año de 2013 es sustancialmente diferente al que experimentó en 2012, cuando retrasaba hasta febrero su vuelta a la competición. «Son diferentes. No son comparables, pero todo son etapas. El año pasado estábamos buscando soluciones y este también estamos intentando mejorar en el aspecto físico. Tenísticamente intentaré mantener un nivel similar al que tuvimos cuando empezamos el año pasado», comenta. En 2013 superó las expectativas en cuanto a resultados y nivel de juego y sus rodillas cumplieron. «El objetivo del año está conseguido en el aspecto físico. El objetivo era terminar la temporada, que no es nada fácil, y se logró», afirma.

Retos

La determinación por mejorar que le ha llevado a lo más alto del planeta tenis es la misma que mantiene ahora con el 2014 emergiendo en el horizonte. «Para mantener el nivel hay que hacer cosas nuevas y tener motivaciones nuevas ¿cuáles son? Mejorar un poco el saque e intentar llegar al nivel de la gira americana, luego conseguirlo o no depende de muchas cosas, pero es lo que intentaremos», analiza.

Las prestaciones de sus rodillas en la pasada temporada invitan al optimismo, pero la cautela impregna la hoja de ruta del mallorquín, que mantiene una agenda similar a la de 2013 con unas pequeñas modificaciones y con la posibilidad de algunos cambios sobre la guía inicial. «El calendario en el tenis es algo complicado de hacer porque depende de los resultados. Si ganas puedes reducir torneos y si pierdes tienes que aumentar. No es cerrado y tienes una idea que luego puede evolucionar en función de los resultados», comenta.

La tierra vuelve a ser protagonista en los albores del curso, aunque Viña del Mar y Sao Paulo han dado paso a Buenos Aires y Río de Janeiro, donde no defiende puntos si bien los que logró en Chile (150 como finalista) y Brasil (250 como campeón) en 2013 le serán descontados las semanas previas a sus citas en Argentina y Sao Paulo.

El Open de Australia, el Masters 1000 de Miami y Wimbledon son sus grandes bazas para engordar un casillero de puntos que apenas podrá enriquecer con la llegada de la primavera, cuando Djokovic estará en disposición de discutirle la supremacía del circuito. También podría sumar en la Copa Davis, aunque su presencia en la puja por la Ensaladera estará condicionada a sus posibilidades de disputarla.