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La expedición mallorquinista regresó anoche a Palma con la sensación de que Turienzo Àlvarez le había arrebatado algo. El error cometido en el segundo tiempo por el colegiado castellano-leonés, que invalidó un tanto legal de Aduriz, escoció y mucho en el grupo isleño, que teme que este tipo de fallos se repitan a menudo durante el tramo más decisivo de la temoporada.

«Nos teníamos que haber llevado tres puntos que eran decisivos para pelear por la cuarta posición y lamentablemente ha habido dos fallos gravísimos y decisivos», apuntaba Mateu Alemany, seguramente el tipo más indignado en el viaje de vuelta. «En uno de ellos, Aduriz se iba solo hacia el portero tras un control extraordinario y no he visto que hubiera manos, que es lo que interpreto que ha señalado el árbitro. Y después, un gol espectacular que era muy fácil de ver y que también nos ha anulado. Había celebrado el gol antes de marcarlo porque es un especialista en este tipo de jugadas. Es normal que se equivoquen, pero es difícil que lo hagan en una jugada tan sencilla de ver»·, insistía el máximo accionista y consejero delegado del club bermellón.

«Más que enfadado estoy triste», matizaba a continuación Alemany. «Todo el mundo se equivoca, pero son momentos decisivos de la temporada. Nuestros rivales habían fallado y podíamos dar un golpe de timón importante. Pero lo más positivo es que nos hemos llevado un punto, que hemos merecido ganar y que volvemos a ser cuartos a falta de seis jornadas para el final. Dependemos de nosotros mismos y debemos intentar sumar los próximos seis puntos en casa», argumentaba el abogado.

Alemany, que pasó de puntillas sobre el tema de la venta del club («no negociaré con nadie hasta que acabe la temporada y lógicamente no delegaré en nadie»), alargó su discurso destacando que «los árbitros lo hacen lo mejor posible, pero a veces se equivocan y hoy nos ha tocado que lo hicieran en nuestra contra. Lo lamentamos y estamos tristes porque estos detalles marcan las diferencias. Esperemos que se compense en algunos de los partidos que quedan».

Manzano, por su parte, también lamentó el gazapo de Turienzo. «Nos han llegado mensajes de que el gol era válido», apuntaba desde la sala de prensa de La Romareda. «Ese tanto nos hubiese afianzado en la cuarta posición, pero no ha podido ser», explicaba el jienense.

El técnico recordó que había vistio «un partido muy igualado en lucha y pelea en el que cualquier jugada podía determinar el resultado a favor o en contra» y se mostró satisfecho por el punto logrado. «Teníamos que intentar puntuar para superar al Sevilla y desde ese punto de vista lo hemos conseguido y quitamos una jornada más y el domingo ante Osasuna defenderemos la cuarta posición», alegaba el técnico.

El enfado también se extendió al seno de la plantilla, aunque muchos de los jugadores no quisieron hacerlo público en la zona mixta de La Romareda. «El árbitro se ha equivocado en nuestra contra, pero supongo que es normal. El empate es justo, sobre todo si le sumamos más victorias en casa», reconocía Nunes.

El protagonista de la acción, Aduriz, tampoco quiso hacer sangre. «Todos nos equivocamos, pero ya está. He perdido los nervios al final, pero no quiero hablar del árbitro porque ni ha tenido su día. Ha pitado lo que ha creído y contra eso no se puede hacer nada», subrayaba.