Pep Lluís Martí se protege de la entrada de un rival durante un partido de esta temporada. | Monserrat - T. MONSERRAT

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Inmerso en la lucha diaria del presente, el Mallorca ya ha activado su maquinaria de cara al futuro, con las renovaciones de los futbolistas que finalizan contrato el próximo 30 de junio como prioridad. El primero que se ha ganado su continuidad es Pep Lluís Martí, en cuyo contrato figura una cláusula de renovación automática si alcanza un determinado número de partidos, en torno a los 25 encuentros. El club da por hecho que el pivote mallorquín, que ya ha disputado 22 partidos oficiales (19 de Liga y 3 de Copa del Rey) en la presente campaña, no tendrá problemas en llegar a esta cifra y continuará al menos una temporada más.

A sus 35 años -cumplirá los 36 el próximo 28 de abril- Pep Lluís Martí es uno de los fijos para Michael Laudrup, de esos tipos que parecen la extensión del míster sobre el terreno de juego. Manda, ordena, templa, discute cuando tiene que discutir y maneja los tempos a su antojo.

Pieza indiscutible para el cuerpo técnico, futbolista muy valorado por la cúpula de la entidad por su profesionalidad y experiencia, y uno de los cimientos que sujeta la estructura del vestuario, el futbolista más veterano del plantel promedia cerca de 35 partidos en las dos campañas y media que suma en su segunda etapa en la Isla.

Trayectoria

Además, Martí es el jugador con más partidos de Primera División a sus espaldas (264) por delante de Pierre Webó y Dudú Aouate, y su continuidad en la última década, con la excepción de su última campaña en el Sevilla, es notable.

El centrocampista isleño, que ha repartido sus actuaciones en la máxima categoría del fútbol español entre tres clubes distintos (35 con el Tenerife, 140 con el Sevilla y 89 con el Mallorca), regresó a Son Moix en verano de 2008 y desde ese momento siempre ha tenido un papel protagonista dentro del vestuario. Al principio, la presencia de Manzano en el banquillo bermellón le ayudó a cumplir el sueño de tener continuidad vestido de rojo, ya que antes de emigrar sólo había tenido la ocasión de disputar un encuentro con el primer equipo bermellón (ante el Alavés en el año 2000, de la mano de Fernando Vázquez). Sin embargo y a pesar de la marcha del técnico jienense, Pep Lluís Martí sigue desempeñando un rol importante en el nuevo proyecto. Laudrup le ha confiado la vara de mando en la zona ancha y es uno de los fijos en la libreta del danés. Ahora, tiene el último tercio de la temporada por delante para seguir incrustado en el once y asegurarse, un año más, su continuidad en el Camí dels Reis.