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Es el futbolista con más calidad del Granada, el ideólogo de su último ascenso y la mayor esperanza a la que se abraza la afición de Los Cármenes en ese tortuoso camino hacia la permanencia que el equipo de Fabri inició en agosto. Y el domingo, en pleno recuento de papeletas, se asomará extrañado al encuentro más especial de su carrera profesional. Daniel González Benítez (Lloseta, 1987) se sumergirá este fin de semana en esa cita que subrayó en su agenda en cuanto se anunció la composición del calendario. Desde que abandonó la Isla cansado de soportar a tipos como Nando Pons o Gregorio Manzano nunca había tenido la ocasión de entrometerse en la vida del Mallorca y aunque durante la temporada pasada se habló mucho de un posible regreso, sigue maravillando junto a la Alhambra y no oculta que todavía mantiene alguna que otra cuenta pendiente con el club balear. Y la quiere saldar ya.

«Será la primera que me enfrente al Mallorca desde que me fui del club y tengo muchas ganas de hacerlo», aduce al ser interrogado acerca del partido. «Le tengo un cariño muy grande a la entidad y es el equipo de mi tierra, pero también tengo muchas ganas de demostrar que se equivocaron conmigo. Eso también está claro», sentencia el centrocampista.

Dani no olvida y aunque es consciente de que muchos de los personajes que propiciaron su marcha también han abandonado Son Moix, recuerda con cierto dolor que «cuando las cosas se hacen mal en un sitio, a la larga acaban saliendo».

Salto complicado

El extremo zurdo tampoco oculta que el salto a la máxima categoría no ha sido fácil, aunque advierte que a partir de ahora sólo le queda crecer: «Me estoy encontrando mejor, aunque los primeros partidos estaba muy nervioso. He ido cogiendo un poco el estilo y empiezo a saber cómo se juega en Primera y creo que me voy adaptando bien. Y lo mismo le pasa al Granada. De momento estamos metidos ahí abajo, pero poco a poco el equipo va a más y nos sentimos cada vez mejor».

Con respecto al Mallorca, Dani admite que no ha podido verlo tantas veces como le hubiera gustado, pero cree que «tiene un equipo muy joven» y que «le falta algo de experiencia», por lo que no se atreve a garantizar su permanencia: «Siendo sincero, no podría decir si se salvará o no. Los diez equipos de abajo vamos a estar muy parejos y no me atrevería a vaticinar nada».

Quizás por eso, Dani se suma también a quienes califican el encuentro del domingo como una final. «Es un partido que, queramos o no, va a tener trascendencia en la clasificación porque el Mallorca va a estar ahí abajo con nosotros. Será un duelo muy complicado, como todos, pero en nuestro caso tenemos que ganar sí o sí. Y estoy convencido de que lo haremos, aunque tampoco me atrevería a pronosticar un resultado exacto».

Dani, que se muestra rotundo al subrayar que celebraría un gol, afirma que «cuando vaya a empezar el encuentro y tenga a los jugadores del Mallorca delante se me va a hacer todo muy extraño, pero haré mi partido, como siempre, y después ya sacaremos conclusiones».