Jaume Cladera y Miquel Coca. | Teresa Ayuga

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El Mallorca sigue sumido en el caos institucional. En el surrealismo burocrático. La última chapuza del catedrático Miquel Coca Payeras desembocó ayer en el aplazamiento de la Junta General de Accionistas, un hecho sin precedentes en la historia de la SAD balear y que supone un duro golpe a la línea de flotación de la actual propiedad. Tal y como desveló ayer Ultima Hora, el club no publicó en prensa la convocatoria de la junta -como es de obligado cumplimiento- y ese error mayúsculo cometido por el asesor jurídico de la entidad retrasa hasta mediados de mayo la aprobación de las cuentas del ejercicio anterior...

La jornada resultó aciaga para el Mallorca. Después de la negligencia de Miquel Coca, la única salida de la entidad para aprobar sus cuentas era la celebración de una junta universal. Sin embargo, para ello es imprescindible la representación del 100% de las acciones... una circunstancia que no se produjo por la ausencia de Utz Claassen, que no acudió a la reunión. La negativa del consejero y accionista alemán, que posee un 20% de los títulos de la SAD balear, obligó al aplazamiento de la junta general de accionistas.

Según un escrito enviado ayer por el accionista alemán al resto de consejeros -que se publica en esta misma información-, no es la primera vez que «un fallo de forma» del exsecretario Miquel Coca «ha causado problemas a la entidad». «También ha sido responsable en el horario del Convenio de Acreedores, que fue la base de la impugnación de Deltasport y, por tanto, ha arriesgado la validez de este acuerdo». Además, cabe recordar que otro «error» provocó que Marvin Ogunjimi no fuera inscrito en el plano inicialmente previsto...

Nada más confirmarse el aplazamiento de la Junta General de Accionistas, que se celebrará el 8 o el 14 del mes de mayo, Jaume Cladera ofreció una rueda de prensa. El presidente mallorquinista aprovechó su comparecencia para minimizar el «error humano de Miquel Coca» y atizar de nuevo a Utz Claassen, al que señaló como el «culpable» del aplazamiento de la Junta General de Accionistas.

«No se publicó en prensa por un error administrativo nuestro, pero este fallo se podía haber subsanado con la asistencia de todos los accionistas en la junta universal. Estaban representadas todas las acciones con la excepción de las de Utz Claassen, que avisó de su incomparecencia unos minutos antes, en una clara obstrucción, a las seis menos cuarto porque: 'según me he enterado por la prensa la convocatoria no es correcta al no haber publicado en prensa'», indicó el presidente citando una parte del comunicado enviado por el consejero alemán.

Cladera explicó qué excusa había puesto Miquel Coca para justificar su error: «Que dio la orden de que se publicara en un medio de comunicación y a la persona que se lo dijo, se le olvidó. Tan sencillo como eso. Es un simple error administrativo», subrayó el presidente del Real Mallorca, que criticó con dureza a Utz Claassen: «Este señor no ha aportado al club absolutamente nada. Igual que el resto de accionistas, no ha puesto un euro. Solo hemos invertido en comprar acciones».

El presidente, que no quiso valorar la decisión del juez de no admitir a trámite la querella de Claassen contra él y Serra Ferrer, insistió: «La salida razonable es que todo el mundo dedique sus esfuerzos por el bien del Mallorca y el que no esté de acuerdo, que se vaya. Es evidente que no ha acudido para obstruir, poner en evidencia al club y magnificar un error humano».

También aclaró que ellos no venderán a «nadie como nosotros porque necesitamos alguien con capacidad para invertir», lamentó la ovación que se llevó el Barça tras el 0-2 porque «Son Moix parecía el Camp Nou» y sobre Caparrós dijo: «Es nuestra primera opción, pero ya veremos qué pasa».