El jugador reitera que está «decepcionado» con Serra Ferrer por el trato recibido por parte del vicepresidente. | Pere Bota

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Hace un mes que trató de hablar con Serra Ferrer y no pudo, pero Michael Pereira no olvida y nada más regresar al trabajo recordó al vicepresidente que hay asuntos pendientes por resolver y que deberían cerrarse. Es lo que ocurre cuando las crisis no se cierran, que estas vuelven a presentarse de golpe y entonces la crisis es ya global, incontrolable, te va minando, ahogando poco a poco hasta que pierdes el control.

Serra Ferrer es dado en ocasiones a dejar pasar los conflictos a la espera de que otros los solucionen. Pere Terrasa solucionó el conflicto con Pierre Webó, que llevaba camino de eternizarse; Utz Claassen desatascó la polémica con Delta Sports y ahora, ante este nuevo conflicto, Serra espera que también las aguas vuelvan a su cauce...pero una tormenta de verano es difícil de apaciguar. Casi imposible. El jugador no está contento con su contrato, asegura que «llegarán ofertas» y es uno de los futbolistas que en proporción rendimiento-partidos, está peor valorado en el vestuario a nivel económico. De entrada el jugador sólo pide hablar con alguien del club, preferentemente con Serra que para eso es el director deportivo y el máximo accionista, pero no hay manera.

Revisar

El fútbol es tan caprichoso que obliga en ocasiones a revisar los contratos, unas veces son los propios clubes lo que dan el paso y en otras ocasiones son los futbolistas los que exigen hablar. Habló Iván Ramis, que dejó claro su deseo de irse a la Premier y ahora es Pereira quien ha pedido la palabra. «Aquí estoy, a partir de septiembre no se sabe. Me he presentado como debía hacerlo, pero estoy un poco decepcionado por el trato que he recibido. La última vez que hablé con Serra Ferrer me dijo que estaban muy contentos y orgullosos de tenerme, pero después leí por la prensa que había estado fatal y no entiendo nada», dijo Michael Pereira.

Para el futbolista francés, mucho tendrán que cambiar las cosas para que la relación entre todas las partes pueda ser igual de cordial que años atrás. Lo que está claro, según el jugador francés, es que no se ha actuado con cordialidad. «El mal está hecho y de momento no espero nada del club y de la directiva porque ya me habrían dicho algo», comentó el jugador.

Y es que Pereira insiste en que su principal objetivo es sentarse cara a cara con Serra Ferrer y explicarle de primera mano cuál es su situación desde el punto de vista profesional. Pese a tener contrato en vigor hasta 2015, el futbolista pide «hablar». «Sólo pido hablar con la directiva, es lo que me importa, habrá tiempo para hablar de ofertas, lo que es seguro es que llegarán propuestas», comentó.

Mientras tanto, el jugador tratará de centrarse en lo que debe, que es jugar al fútbol, pero es evidente que si esta situación no se cierra, la herida permanecerá abierta en el tiempo y eso se convertirá en un problema con el paso de las semanas y los meses. «Tengo que centrarme en lo que tengo que hacer dedicarme a jugar a fútbol y ya está», manifestó el futbolista. Uno de los problemas en el conflicto del jugador con el club está localizado en las relaciones, hoy por hoy inexistentes, de su representante con Serra Ferrer, lo que hace de momento imposible que se pueda llegar a un acuerdo respecto al futuro inmediato del futbolista. Continuará.