El defensa Charlie Took y Alfaro se saludan en el banquillo durante el partido de la segunda jornada entre el Real Mallorca y el Málaga en el estadio de La Rosaleda.

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Con siete puntos en el casillero y tras una pausa, el Real Mallorca emprende de nuevo el trayecto liguero hacia un tramo exigente. Los hombres de Joaquín Caparrós regresan hoy al trabajo para preparar el desembarco en Pamplona, la primera estación de las seis que le aguardan después de un buen arranque de curso que contrasta con el que han firmado sus rivales más inmediatos.

Tras cumplir con nota hasta el primer parón de la temporada, el Real Mallorca pone a prueba su regularidad en la competición el domingo a las 18.00 horas. Lo hace como visitante, una condición que no le reportó réditos positivos la pasada temporada y en la que aspira a estrenar su casillero de victorias en el presente curso en un escenario que históricamente le ha resultado poco propicio: el Sadar. El conjunto bermellón retoma el pulso a la liga en Pamplona, donde ha encadenado tres temporadas sin perder (una victoria en la 2009-10 y dos empates seguidos) y se topará con un conjunto que marcha colista después de haber encajado tres derrotas consecutivas. Precisamente el cartel de faroillo rojo, tan poco significativo a estas alturas de la temporada, convierte en un rival aún más peligroso a Osasuna, que quiere inaugurar su casillero arropado por los suyos.

No será el primer rival necesitado con el que el Mallorca tendrá que medir sus fuerzas en un mes y medio de alto voltaje. Bien es cierto que el Valencia ha plantado cara al Real Madrid y al Fútbol Club Barcelona, pero su combatividad no se ha traducido en grandes números, por lo que su visita a Son Moix del próximo domingo 23 de septiembre obliga a los isleños a extremar las precauciones. Los rojillos volverán a jugar un partido a las 12.00 y tratarán de lograr su tercera victoria consecutiva como local y hacerlo ante un rival de Champions .

El lunes día 1 de octubre a las 21.00 horas el Real Mallorca visitará el Coliseum Alfonso Pérez. Será la quinta franja horaria distinta en la que jueguen los bermellones tras seis jornadas de campeonato y una buena prueba para medir el nivel real de los bermellones lejos de la Isla, donde se las tendrán que ver en la séptima jornada con un Granada dispuesto a poner tierra de por medio con la zona baja.

Cuesta

El calendario aún dará otro giro de tuerca para complicar la agenda a la que tiene que hacer frente el Real Mallorca en el mes de octubre. No en vano, otro aspirante a la Liga de Campeones y el vigente campeón se cruzarán en la trayectoria mallorquinista.

La visita al Sánchez Pizjuán endurecerá el camino de los rojillos, aunque todo apunta que a mediados de octubre Joaquín Caparrós podría disponer del fichaje estrella del verano mallorquinita, Giovani Dos Santos, que precisamente fue pretendido por el club de Nervión tiempo atrás. Esté o no esté en condiciones el internacional mexicano, será de por sí un enfrentamiento de órdago y también un duelo con un aroma especial para el máximo responsable del banquillo bermellón, Joaquín Caparrós, que regresará a la que fue su casa.

Para culminar el mes y medio de alto voltaje que aguarda al Mallorca a partir de esta semana, el Real Madrid visitará Son Moix. El vigente campeón, que salvo tropiezos de bulto del Barça necesitará mantener el ritmo de crucero al que invitan los grandes, endurece el horizonte competitivo de los rojillos, que se han habituado a poner en serias dificultades a los blancos en el pasado reciente.

Los hombres de Joaquín Caparrós se han procurado un buen margen de maniobra con los siete puntos acumulados de los nueve que se han disputado hasta la fecha y ahora les llega el momento de consolidar un carácter competitivo que debe der uno de los grandes argumentos del curso para sellar la permanencia con antelación e incluso soñar con acercarse a Europa.

El Mallorca, que podría recuperar esta semana a Javier Arizmendi y aumentar el tono físico de Geromel, vuelve hoy al trabajo después de que la semana pasada Caparrós y los suyos vivieran una segunda parte de la pretemporada para recargar las pilas en vistas a un tramo exigente. El horizonte infunde respeto, pero queda por ver si la mentalidad de avanzar partido a partido ha calado en un grupo que ha dado muestras de su potencial.

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