Alfaro intenta controlar el balón ante dos jugadores del Murcia. | Pascual Mendez

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Murcia 2 - 2 Mallorca

Real Murcia: Casto; Molinero, Dos Santos, Truyols, Álex Martínez; Dani Toribio, Eddy (Carrillo, m.85), Iván Moreno (Acciari, m.77), Saúl Berjón; Malonga (Wellington Silva, m.66) y Kike García.

Real Mallorca: Rubén Miño; Bigas (Company, m.58), Cadamuro, Nunes, Kevin; Iñigo Pérez (Marco Asensio, m.51), Thomas, Nsué, Víctor Casadesús (Hemed, m.81); Alfaro y Gerard Moreno.

Goles: 1-0. m.17: Kike García. 1-1. m.30: Bigas. 2-1. m.75: Eddy. 2-2. m.80: Gerard Moreno.

Árbitro: Jorge Valdés Aller, del comité castellano leonés. Mostró la tarjeta amarilla al local Eddy y a los visitantes Bigas, Víctor Casadesús y Thomas.

Ha corregido algunos vicios y ha mejorado sus modales, pero el Mallorca sigue atrapado en un bucle. En una espiral obsesiva que le impide tomar altura cada vez que apura la rampa de despegue. Cuando lo tenía todo a punto para cruzar la meta volante del playoff y embalarse hacia la azotea, al equipo balear le sobrevino el enésimo ataque de vértigo del curso y se vio forzado a conformarse con un punto que le mantiene en la sala de espera. En otra función marcada por los errores individuales, el cuadro de Oltra no supo plasmar su superioridad frente a un Murcia que le llevó siempre a remolque en el marcador y que nunca le dejó explayarse (2-2).

El Mallorca ya estuvo a punto de tirarlo todo por la borda en los quince primeros minutos de cortesía al anfitrión. Con el Murcia muy bien metido en su papel y al mando de casi todas las operaciones, le costó al equipo de Oltra desperezarse. Sobre todo después de que Saúl Berjón pusiera a prueba a Miño con una volea que activó aún más al cuadro local. Una vez abierto el fuego, Víctor desperdició una buena bala al elevar demasiado la bola ante Casto, justo después de un gran pase al hueco de Gerard. Sin embargo, Nunes se confió durante la réplica pimentonera y le concedió un valioso terreno a Kike García, que batió a Miño para darle forma al tercer tanto que acumula ya a costa del Mallorca.

Después de la primera descarga, el Murcia se acomodó y el Mallorca, primero a trompicones y luego ya con algo más de fluidez, empezó a producir. Y se acercó hasta que levantó el campamento en terreno enemigo. Primero bordeó el empate con un cabezazo de Víctor y, a continuación, con otro mano a mano, esta vez más embarullado, de Alfaro contra Casto.

Pese a malgastar muchos gramos de explosivo, el Mallorca se mantuvo en pie y afiló la caída de brazos de los hombres de Julio Velázquez, que a la media hora estaban achicando agua. No obstante, los baleares recibieron el premio de reiniciar el partido a través de una fórmula inesperada: el lanzamiento de larga distancia. Bigas, embalado como pivote y como artillero improvisado, sacó el rifle de precisión y agujereó la puerta grana con un zurdazo milimétrico que atravesó el perfil izquierdo de Casto. Tocaba volver a empezar. Pero esta vez, en unas condiciones muy diferentes.

Después del descanso, el intercambio de golpes fue un poco más allá. Oltra agitó rápido la batidora y dio entrada a Marco Asensio, que siguió abriendo el camino hacia su consolidación final. El equipo fue cambiando de aspecto y generó llegadas al área rival como para marcar el terreno, pero no redondeó ninguna. Por una razón u otra, todas sus apariciones acababan difuminadas.

De todas formas, el partido oscureció con un pésimo despeje de Cadamuro, que habilitó a Eddy para marcar con la colaboración de Miño. Otro tiro en el pie. De nuevo, se iba todo por el sumidero.

Reaccionó con acierto el Mallorca cuando más triste era el paisaje y se sacó una jugada de tiralíneas ejecutada por Víctor, Alfaro y Gerard, siempre al primer toque. Los rojillos salvaban un punto y la moral, aunque el gran salto volvía a aplazarse...