TW
2

«Sí, claro, se puede volver a puntuar en el Camp Nou». Lo dicen Pierre Webó y Emilio Nsue poniendo argumentos sobre la mesa. En las últimas once visitas a Can Barça, el Mallorca solo ha puntuado dos veces y fue con ellos en el campo ejerciendo como actores principales y ejecutores. El camerunés fue uno de los protagonistas de aquella remontada de mayo de 2008 que a día de hoy sigue siendo el último triunfo bermellón tras las paredes del hogar culé (2-3), mientras que el mallorquín fue el autor del gol que le proporcionó al conjunto balear el último punto que ha recolectado sobre la hierba del coliseo azulgrana (1-1), a finales de 2010. Uno y otro saben de lo que hablan. Y coinciden en que ha llegado el momento de actualizar de la historia.

«Se puede y últimamente hemos visto ejemplos de sobra», subraya Pierre Webó, que responde al teléfono desde Estambul. Jugador del Mallorca entre los años 2007 y 2011 y padre de un hijo isleño, actualmente es el segundo entrenador de Emre Belözoglu en el Istanbul Basaksehir, cuarto clasificado de la SuperLig turca. Desde allí permanece atento al trabajo de su admirado y querido Javier Aguirre. «Es un fenómeno», cuenta. Webó fue titular en el último triunfo rojinegro del Camp Nou, fechado el 11 de mayo de 2008. Ese día, el Barça de Rijkaard tenía la victoria aparentemente atada gracias a los goles de Henry y Etoo, pero el equipo de Gregorio Manzano le acabó dando la vuelta al calcetín con unos 25 últimos minutos fantásticos. Recortó Borja Valero, empató el camerunés y sentenció Güiza para poblar de pañuelos las gradas del estadio. «Es de los partidos más recordados de mi carrera», repasa Webó. «Y el Barça llegaba en una situación muy parecida a la de ahora, con mucha inestabilidad y protestas entre sus aficionados. Pero es que para ganar allí hace falta algo así: encontrar a un Barcelona con dudas y tener un día redondo. Y la verdad es que aquel día nos salió todo perfecto, sobre todo tras los cambios del míster».

BARCELONA VS MALLORCA, PARTIDO DE LIGA EN EL NOU CAMP.
Pierre Webó celebra el gol que marcó en 2008 en el Camp Nou.

Webó es realista, pero aprecia motivos para la esperanza. «Es muy difícil, no hay que engañarse», explica. «No hay que desesperarse y estar muy concentrados, porque el Barcelona se juega mucho. Se juega, sobre todo, el orgullo. Pero el Mallorca tiene ganas y hambre y si le salen bien las cosas también puede superarlo como han hecho otros equipos que supieron aprovechar muy bien sus ocasiones. Hay que defender muy bien e intentar hacerlo fuera del área, no meterse muy atrás. El mejor ejemplo lo dio Eintracht saliendo al contragolpe. Es ahí donde hay que fijarse».

El exdelantero del Mallorca cree que el efecto Aguirre ha revivido al Mallorca y que eso puede ser determinante. «Vi el partido contra el Alavés y están todos muy metidos, hasta los recogepelotas andan involucrados. Está todo el mundo unido a la causa y eso es muy positivo». El Mallorca no ha vuelto a ganar en el Camp Nou, pero en octubre de 2010, con Laudrup en el banquillo, atrapó un valioso punto ante el Barça de Guardiola. Messi adelantó al conjunto azulgrana y Nsue, antes del descanso, empató con un cabezazo impecable tras un saque de esquina lanzado por De Guzman. Aún en activo, Emilio contesta desde Tuzla, en el noreste de Bosnia. Fichó por el club de la ciudad tras la Copa de África y se ha reencontrado con su mejor versión. Ya suma tres goles y su equipo, segundo, se ha asegurado la Europa League. Desde allí, donde puede ver todos los partidos del Mallorca, regresa a aquella tarde.

FC BARCELONA - RCD MALLORCA
Emilio Nsue, celebrando el gol que anotó en 2010 para arañarle un empate al Barça de Guardiola.

«Fue inolvidable. Fue mi primer gol en Primera y sigue siendo uno de mis mejores recuerdos. Me acuerdo del córner. Supe que el balón era para mí y entré con todo», relata casi doce años después. «A ver, es muy, muy complicado puntuar en el Camp Nou, pero ahora el Barça no está bien y prefiero que esté así a que venga de ganar diez partidos y con la confianza por las nubes. Hay que jugar como equipo, correr mucho, acertar en las que tengamos, que serán dos o tres, y lanzar buenas contras para hacer daño. Firmaría el empate, porque el partido clave será el del Granada», matiza. Hay un jugador en el que Nsue confía especialmente: «Abdón es mi hermano y si fuera por mí, o se llamara Abdoninho, jugaría siempre porque siempre está ahí cuando hace falta. De todas formas, el Mallorca está en el camino correcto y sé que nos salvaremos».