Cyle Larin salta en busca del balón ante Martin Valjent durante el Valladolid-Mallorca de la temporada pasada. | CARLOS GIL

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El Real Mallorca le ha dado la vuelta al reloj de arena que va a marcar su futuro a medio plazo. El club balear, que en menos de dos semanas habrá empezado a competir, tiene exactamente un mes para maniobrar en el mercado y terminar de moldear el que será su tercer proyecto consecutivo en Primera División. Un plan que a estas alturas del verano todavía se encuentra en una fase intermedia y que en los próximos días debería registrar algún avance para no perder el paso. A la dirección deportiva le quedan heridas muy significativas por cerrar y aunque sus mayores objetivos estaban claros, han ido tomando caminos muy diferentes. Por un lado la entidad tiene bastante encarrilado al que parece que va a ser su fichaje estrella, Cyle Larin. Pero por el otro, tiene cada vez más complicado abordar la incorporación de Sergi Darder, cuya cláusula para salir del Espanyol subirá con el cambio de mes.

Episodios finales

La llegada de Larin lleva semanas cociéndose y debería quedar resuelta en este comienzo de semana. El delantero canadiense, petición expresa de Javier Aguirre para mejorar las prestaciones del ataque mallorquinista, aterrizó hace unos días en Valladolid tras concluir el periodo vacacional y disfrutar de unos días de permiso extraordinario por los compromisos en los que había participado con la selección canadiense en junio. Y lo hacía con la nacionalidad jamaicana en la cartera, lo que ha incrementado su valor como futbolista porque dejará de ocupar plaza de extranjero. Sin embargo, aún no ha entrenado junto al resto del grupo y, lógicamente, tampoco intervino en el amistoso de este fin de semana contra el Mirandés. A todas las partes les conviene que el serial acabe cuanto antes. El Mallorca necesita regenerar cuanto antes su parcela ofensiva, muy erosionada tras la marcha de Kang In Lee. El Valladolid está forzado a vender para cuadrar sus números, despejar el camino y terminar de trazar la ruta que intentará seguir para volver a Primera. Y el jugador debe ponerse a trabajar cuanto antes para llegar en las mejores condiciones posibles al inicio de curso, que ya está a la vuelta de la esquina.

Cifras

El fichaje de Cyle Larin se cerrará entre los siete y los ocho millones de euros, una cantidad accesible para el Mallorca por los ingresos obtenidos con la venta de Kang y muy suculenta para el Valladolid, que acaba de adquirir en propiedad los derechos del internacional canadiense, que pertenecían al Brujas belga, a cambio de 1,5 millones de euros. Su ingreso en la plantilla mallorquinista debería elevar el nivel de cintura para arriba. El de Ontario (28 años) fue una de las sensaciones de la segunda vuelta de la Liga la temporada pasada y los ocho goles que anotó en 19 partidos serían su mejor carta de presentación.

La operación que parece cada vez más compleja es la de Sergi Darder. Más que nada, porque la cláusula de salida para centrocampista de Artà, que parecía alcanzable tras el descenso a Segunda del Espanyol, crecerá —de 10 a 15 millones— con la entrada del mes de agosto y complica un poco más los movimientos del Mallorca, que además debería realizar un esfuerzo muy importante para asumir la ficha de un jugador que también maneja otras ofertas.