Javier Aguirre (en la imagen junto a su segundo, Toni Amor), dando instrucciones a los jugadores durante el Boiro-Mallorca de Copa del Rey. | Carlos Gil-Roig

TW
1

Sin quererlo, el Real Mallorca vuelve a estar de pretemporada. El conjunto balear, que tiene por delante un dilatado vacío competitivo, quiere aprovechar estas semanas en blanco para seguir ajustando en Son Bibiloni las tuercas de un proyecto que hasta ahora camina muy por debajo de lo esperado. Sin cambios a la vista en el banquillo y con más de media página de noviembre libre de compromisos, toca buscar algún tipo de solución a esas averías que limitan el rendimiento. Entre otras cosas, porque a final de mes y partir de esa visita al Metropolitano que lo reactivará todo (día 25, 21.00 horas) aparecen las curvas peligrosas.

LaLiga confirmó este martes que el partido aplazado contra el Cádizque estaba programado para este fin de semana— se recuperará finalmente el miércoles 29 de noviembre a las 21.00 horas y que el duelo contra el Alavés de Luis García Plaza, ubicado en la décimoquinta jornada, se jugará el domingo siguiente (3 de diciembre, 14.00 horas). O lo que es lo mismo, al conjunto balear se le van a juntar tres encuentros en ocho días y los dos últimos serán en casa y frente a dos rivales directos en la carrera por la supervivencia.

Noticias relacionadas

En el penúltimo mes del año, que coincide con sus horas más bajas, el Mallorca va a representar casi tan pocas funciones como el año pasado por estas fechas sin que haya un Mundial de por medio. A Javier Aguirre este incómodo paréntesis también le sorprende en el peor momento. Desde que aterrizó en Son Moix, en marzo de 2022, nunca había encadenado tantos partidos sin ganar como los que lleva ahora. Su peor racha en ese sentido eran los seis que hilvanó entre finales de febrero y principios de abril de este mismo año, aunque en ese caso el granero del equipo estaba lleno y su futuro no corría peligro a corto plazo. Ahora suma siete y aunque ni siquiera ha pisado los puestos de descenso, tanto su imagen como su contexto en la tabla son muy diferentes.

El entrenador mexicano ya admitió antes del partido contra el Betis que le parece lógico y normal que los clubes aprovechen estos parones para realizar cambios en la dirección técnica, pero en su caso va a superarlo sentado sobre el puente de mando. No obstante, su margen de maniobra ya no será tan holgado y deberá ampliarlo en lo que queda de año y de primera vuelta. Empezando por esas primeras finales contra el Cádiz y el Alavés. Llegan las curvas. Y no hay ruta alternativa.

El apunte

La plantilla del Mallorca regresaba este martes a los entrenamientos en Son Bibiloni, donde se ejercitaba ante la mirada del presidente, Andy Kohlberg, y del director deportivo, Pablo Ortells. Los futbolistas mantendrán la agenda prevista y trabajarán hasta el sábado. En principio, solo descansarán el domingo.