Margalida y Joana confeccionan distintas 'espinagades'. | Amalia Estabén

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La festividad de Sant Antoni de Viana nos regala una de las especialidades gastronómicas más sugestivas de la cocina isleña: la espinagada, pastís que teniendo su «sede» en sa Pobla, también se elabora en otros hornos de la geografía mallorquina.
En Palma las espinagades tienen su máximo exponente en el horno Reina María Cristina, cuyos propietarios son poblers. Y como es natural, las piezas de este establecimiento rezuman calidad y mucha sabiduría en el aliño, algo de suma importancia en este producto.
La propietaria, Margalida Serra, señaló que «la semana de Sant Antoni a Sant Sebastià se vive con un fuerte ritmo de trabajo en nuestro obrador, aunque nosotros hacemos espinagades por encargo durante el año. La base del éxito de las de nuestra casa es la forma de aliñarlas en su punto y sobre todo los ingredientes muy frescos.
Este pastís típico de sa Pobla llevamos 39 años haciéndolo en Palma en la especialidad de anguilas y de col con lomo de cerdo. Aquí, en Ciutat, el público nos pide que no seamos muy generosos con el picante, algo que en sa Pobla es norma general».
Los ingredientes para elaborar el relleno de la especialidad de lomo es: col, coliflor, cebolla picada fina, una cucharadita de manteca colorada, pasas (muchas), pimienta, pimentón semi, sal y aceite. Para las de anguila: anguilas, espinaca, acelgas, cebolleta tierna, guisantes, perejil y ajos y las anteriores especies, sal y aceite.