Todos los niños vivieron con mucha ilusión esta representación. | Julián Aguirre

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Mereció la pena volverlo a intentar. El Belén viviente que se suspendió, con motivo de la fuerte ola de frío y lluvia, antes de comenzar las vacaciones de Navidad, en el colegio Nuestra Señora de la Consolación se celebró ayer por la tarde, ante una gran asistencia de padres y familiares. Todos quedaron encantados con el resultado. Vicenç Torres, profesor de teatro, dirigió un gran equipo compuesto por el APA y los alumnos de 3 a 12 años de edad que participaron en las diferentes escenas. 370 niños y niñas interpretaron diferentes papeles. La pequeña Carla Mateu hizo de niño Jesús y la acompañaron Noelia como la Virgen María y Juan Àngel como San José. No faltaron pastorcillos, angelitos y hasta los Reyes Magos. Tras el recorrido, los asistentes pudieron disfrutar de una chocolatada y adquirir cosas en el mercadillo benéfico.