El fuego ha adquirido mayor virulencia en las últimas horas y el dispositivo del Infoca centra sus esfuerzos en intentar contenerlo hasta que llegue la noche, cuando se confía en poder revertir la situación pese a la ausencia de los medios aéreos y con permiso del viento, que en la noche del jueves fue «errático» e hizo que se perdiera «mucho del espectacular trabajo» en los dos flancos del incendio por parte de los efectivos desplegados sobre el terreno, según ha narrado a los periodistas el director general de Política Forestal y Biodiversidad, Giuseppe Aloisio, desde el Puesto de Mando, que se ha trasladado a Albuñuelas.
«Hemos cambiado el Puesto de Mando de sur a norte porque aquí es donde nos preocupa más a nivel operativo la virulencia de este incendio», ha relatado Aloisio, quien explica que el esfuerzo del dispositivo en estos momentos está en intentar perimetrarlo.
Actualmente trabajan sobre el terreno 250 efectivos terrestres y 23 medios aéreos que buscar ganar «metro a metro» al fuego, sabiendo que en las horas del día juegan «a la defensiva, especialmente en las más calurosas, cuando las llamas han ido »ganando terreno", por lo que se espera la llegada de la noche para desplegar la nueva estrategia. Y es que la virulencia de las llamas es tal que la acción de los medios aéreos se ve limitada, en tanto que las descargas ni siquiera llegan a las copas de los árboles porque se evaporan antes dada la gran cantidad de fuego que está calcinando la masa forestal.
Esta noche «necesitamos un poco de suerte, la que no tuvimos la pasada», cuando los vientos «fueron extremadamente erráticos e incluso peligrosos, echando por tierra el trabajo hecho durante horas, y perdimos la oportunidad de sellar los dos flancos a izquierda y derecha».
El director General de Política Forestal y Biodiversidad también se ha referido a la orografía del terreno, «con pendientes muy escarpadas y posibilidad de caídas» que tornan en «muy peligroso» el trabajo que deben hacer estos especialistas para lograr «hacerse con esta bestia que desgraciadamente le ha tocado a la provincia de Granada». Por ello, ha resaltado la importancia de «cuidar mucho la integridad del dispositivo», algo que se tiene especialmente presente este viernes, cuando se cumple un año de la muerte del bombero forestal Carlos Martínez en el incendio de Sierra Bermeja.
Afortunadamente no se han registrado hasta el momento heridos, tampoco entre los miembros del dispositivo, y no hay previsión de que las llamas alcancen núcleos urbanos, aunque se prevé que el incendio se mantenga activo todavía «un tiempo».
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