La Guardia Civil de Maracena patrullaba por la urbanización Villasol, en las inmediaciones de la rotonda de acceso a la GR-30, cuando los agentes vieron un turismo con un faro roto y decidieron pararlo. Tras hacerle indicaciones para que se detuviera, el conductor del vehículo aceleró bruscamente, burló a los agentes subiéndose a una isleta y huyó de manera temeraria hacia la GR-30 dirección Motril.
La Guardia Civil salió tras el coche fugado, a la vez que se informaba a todas las patrullas del Área Metropolitana de Granada y a Policía Nacional de las características del vehículo y de los dos ocupantes del vehículo.
El coche continuó circulando de manera temeraria hasta el kilómetro 10, donde finalmente provocó un accidente en el que se vieron implicados cuatro vehículos. Los dos ocupantes del vehículo huido lo abandonaron y huyeron hacia Granada entre los coches que en ese momento circulaban por la autovía.
La Guardia Civil consiguió interceptar al acompañante, al que dejó en libertad después de verificar que no estaba implicado en ningún hecho delictivo; mientras que una patrulla de Policía Nacional interceptaba y detenía al conductor del vehículo al comprobar que estaba en requisitoria por el Juzgado de lo Penal número dos de Cádiz.
La Guardia Civil se hizo después cargo del detenido para proceder contra él por resistencia y desobediencia a agentes de la autoridad y de un delito contra la seguridad vial por conducir sin carné y por conducir de manera temeraria.
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