La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha considerado que desde el Gobierno de España «hemos ayudado a mejorar la convivencia en Cataluña, esa es nuestra apuesta».
En una comparecencia ante los medios de comunicación, en Zaragoza, tras reunirse con el presidente de Aragón, Javier Lambán, en su despacho, ha manifestado que respeta «los distintos puntos de vista», en referencia al rechazo de Lambán a la supresión dele delito de sedición, «pero todos coincidiremos en el deseo de no volver a atrás».
Según ha dicho, «hemos dejado atrás una situación de enorme conflicto y enfrentamiento dentro de la sociedad catalana, entre familiares, entre amigos, es la situación que nos encontramos cuando llegamos al gobierno en 2018» y hay que tratar «de continuar restableciendo las relaciones entre los catalanes y mejorando también la imbricación de Cataluña dentro del conjunto de España y las convivencia entre los ciudadanos catalanes y los de las demás comunidades autónomas, empezando por sus hermanos y vecinos de Aragón».
Ha añadido: «Mi perspectiva y punto de vista es claro» y «me llama la atención que los ataques más virulentos contra la aproximación del Gobierno vengan de los dos extrememos, tanto del independentismo radical, como del PP, que precisamente eran las dos formaciones que estaban en el gobierno en 2017 y nos llevaron a ese choque de trenes al que no queremos volver».
Calviño ha expresado su apuesta decidida «por la concordia y convivencia como el mejor camino para seguir mejorando el funcionamiento de la economía española» ya que la estabilidad política y la confianza «son factores fundamentales para el crecimiento económico y la creación de empleo».
No se hubieran dado
La vicepresidenta ha recordado las palabras del jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, de que anuncios tan importantes de inversión como los de las empresas Cisco y Volkswagen «no se hubieran dado en la Cataluña del año 2017 y 2018».
«Hemos avanzado mucho en términos de la confianza de los inversores internacionales en el conjunto de la economía española e incluyendo también Cataluña», ha apostillado.
Por su parte, el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha mostrado su «respeto» a la vicepresidenta y su visión, «pero vivir en Aragón, ser aragonés, la vecindad histórica, cultural, social y económica con Cataluña nos hace tener una visión muy peculiar de lo que significa el independentismo» y «ver con preocupación el futuro de esta comunidad autónoma, no tanto por lo que es la comunidad autónoma en su conjunto, sino por los independentistas y eso está en la base de mi posición al respeto».
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