El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. | Carlos Luján - Europa Press

TW
0

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha afeado este viernes tanto a la portavoz de Más Madrid en Cibeles, Rita Maestre, como a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que vean a la exalcaldesa Manuela Carmena como un «objeto de lucha y cambalache» de cara a la campaña electoral del 28M.

«Manuela Carmena merece el suficiente respeto como para que sea objeto de un cambalache público por parte de las fuerzas de izquierda, que intentan tirar desesperadamente de ella», ha manifestado el regidor capitalino ante los medios de comunicación desde la nueva base de Samur-PC en Moncloa-Aravaca.

Así se ha expresado después de que Maroto aseverase ayer que quería contar durante la campaña para las elecciones de mayo con la exalcaldesa así como añadió que esta ya se había puesto a su disposición. Previamente, la candidata de Más Madrid expresó Carmena apoyaría en campaña a «todas las opciones que puedan decidir el cambio de gobierno».

Martínez-Almeida ha puntualizado que «presentar un proyecto a los madrileños no es solo presentar figuras de referencia», si bien considera que entra dentro de una estrategia fruto «de la desesperada lucha por ser la primera fuerza de la oposición» y «luchan por atraerse a Manuela Carmena, que se apartó de la política, y no ha tenido prácticamente ninguna intervención pública».

En este punto ha incidido en que «todas las encuestas indican que el PP ganará las elecciones y lo hará con notable diferencia», por lo que «la lucha entre Maroto y Maestre está en ver quién será la primera fuerza de la izquierda». «Voy a estar centrado en lo que me corresponde, alcanzar la mayoría», ha abundado.

Respecto a Vox, Almeida ha criticado que el líder de la formación en el Consistorio de la ciudad, Javier Ortega Smith, «ha decidido tomar como rehenes a los madrileños» así como ha criticado que haya unido su voto a la izquierda en cuestiones como la renovación de normas urbanísticas, por lo que «pone en peligro la estabilidad de esta ciudad, la creación de cuatro mil puestos de trabajo».